VI LA CRISIS SISTÉMICA DEL ESTADO ESPAÑOL. La corrupción política pasa por el crisol de la Constitución y se instala en la Transición
- En el país de los corruptos, el emérito es el rey.
Con la Ley de Reforma Política (04/01/1977), nos asomamos a lo que se llamaría “Transición”, con el mayor acto de corrupción política que se podía dar a las puertas de la democracia. Ya no se trataba de casos de corrupción que pasaban a los tribunales y los partidos políticos se veían implicados. NO. Fue mucho más grave. Se trató de meter, con calzador, al rey en la propia Ley para que pasara como si la monarquía hubiera sido sometida a un referéndum. Fue la mentira más corrupta de la historia de la ”democracia española”, apoyada por las instituciones y partidos políticos que se asomaban a la “de-mo-cra-cia”.
Algo así, reconoció Adolfo Suárez en una entrevista con Victoria Prego, donde revelo que metió al rey, a última hora, en la Ley porque tenían encuestas sobre la monarquía que indicaban que, en un referéndum, habría perdido. Y de esta forma se hizo un referéndum sobre la Ley, porque su contenido, “en general”, era más beneficioso” para la ciudadanía. Un proyecto que venía de la mano de la derecha heredera del franquismo. Ley aprobada por unas Cortes franquista que después se metió en la Constitución del 78, donde en nombre de la democracia, la pusieron en una urna para votarla. Y dentro llevaba una corona enganchada. Y nos siguen mintiendo de que votamos la monarquía en un referéndum, por dos veces. Y seguimos tragando la rueda de molino.
En las elecciones de junio de 1977, se dan mínimamente las condiciones para expresarse libremente, pero no con total democracia. Con una participación del 78,7 % del censo electoral, los resultados fueron: La UCD la opción con más votos, pero lejos de sus expectativas. El PSOE éxito espectacular. El PCE, sólo en sitios de mucha presencia. AP resultados muy escasos.
Las elecciones dibujan un escenario diferente y deja abierto el proceso constituyente al cual se oponía AP. La elaboración de la Constitución se hará con la participación de todas las fuerzas políticas, incluida AP. El ejército velaba desde las “alturas”, en forma de “aguilucho”, su presencia, como garante.
Renace el bipartidismo que imperó durante unas décadas de finales del XIX con Cánovas del Castillo avalador del sistema: “La Derecha conformada por 37 diputados: 20 carlistas, 14 unionistas y el pequeño grupo liberal-conservador dirigido por Cánovas del Castillo, impulsor de la restauración alfonsina”. Un bipartidismo formado por el PP y PSOE que se irán turnando en el gobierno, y sirviéndose de los partidos “satélites” que desde las autonomías esperan conseguir parte del pastel. Excepción de Unidas Podemos que, desde las últimas elecciones forma parte del gobierno más progresistas de la historia, dándole una pátina socializante y de izquierdas a un PSOE que hace aguas en esto del socialismo-monárquico. Aunque por lo que se ve, la salida de Pablo Iglesias, del gobierno, esta legislatura está haciendo piruetas para mantenerse hasta las siguientes elecciones, si es que no se convocan antes de tiempo.
Y en este conglomerado de partidos, hay políticos que están al servicio público, como son la mayoría de alcaldes y regidores de los ayuntamientos con poco nivel de poder, y que se dedican a mejorar la gestión de los pueblos, incluso sin percibir salario. Mi reconocimiento para los servidores públicos de pequeños pueblos que no llegan a tener un presupuesto “decente” para resolver sus problemas porque los ediles no pertenecen a los partidos con poder en el estado y les llega poco del reparto de migajas que suelen ir por barrios. Pero siguen al pie del cañón.
En cuanto a la corrupción, sólo hay que entrar en la hemeroteca y comprobar los partidos que mantienen procesos de gran recorrido y muchos millones. Porque cuando los políticos suben de nivel, están jugando en otra liga, que no es la habitual. Disponen de información que no llega a las bases. Se mueven en círculos de poder que tienen normas propias. Y las leyes las hacen y modifican según les vaya en beneficio.
Cuando despunta la mal llamada “Transición”, hay un golpe de estado, el 23F de 1981. Un teniente coronel (y unos 200 agentes) de la Guardia Civil se apoderó del Congreso, secuestrando a todos los diputados presentes que estaban en la sesión de investidura del nuevo presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, por la dimisión de Adolfo Suárez. Dicen que fue un fracaso, aunque según se mire puede que no, que las intenciones fueran otras y no las de proponer un presidente del Gobierno en la figura de Alfonso Armada, ex secretario de la Casa Real. Y digo que pueden que fueran otras, porque, nunca apareció el “Elefante Blanco” que se esperaba. Pero el rey Juan Carlos I subió de nivel al conseguir quedar como el que hizo fracasar el levantamiento. Pero como la “Ley de Secretos Oficiales” sigue manteniendo en “omertá” los actos del “golpe”, podemos presuponer, como cualquier hijo de vecino, que el movimiento del “trilero” era para despistar. Porque de teorías de la conspiración cada uno tiene la suya. Se van de un lado de la CIA, hasta que el “emérito” fue el instigador. En el libro de “La gran desmemoria” (Pilar Urbano, 2014) dice que el “golpe sale de Zarzuela y sigue en Zarzuela desde el 80 hasta la segunda semana de febrero de 1981”. Aunque, nada se puede probar, por ahora.
Entramos en una etapa de “Transición” en que la que creíamos que todo el monte era orégano y nos salió rana. La corrupción era un mal endémico que bajaba desde la “corona” y se instalaba en los partidos políticos, tanto de un color como de otro. Hasta tal punto, que según estadísticas (casos-Aislados com), en la actualidad, tienen registrados 587 casos de corrupción, con 8171 implicados, 2703 imputados, 768 condenados, etc. Una lista que sacaría los colores a más de un político que hace bandera de la “transparencia” de su partido.
Entre los casos más sonados que llenaron de pleno al PSOE, aunque detrás también los hay menos conocidos, está el “Caso Juan Guerra” (1989), hermano del vice de la lengua bípeda, un “descamisao”, Alfonso Guerra, llamado Andrés, en la clandestinidad, que tuvo que dimitir. Cohecho, prevaricación y otros delitos, pusieron la mira en el “socialismo” obrero, y no tan obrero, y la chaqueta de pana se fue por la Barranquilla.
No obstante, otros casos, como el de FILESA (1997) (entramado de varias empresas: Filesa, Malesa y Time -Export) abrieron las puertas a la financiación “irregular” de los partidos políticos, cobrando comisiones, fuera del alcance de la Hacienda de todos, en este caso era el PSOE, el que salió en la foto, “por moverse” frase de Guerra. No era “delito”, dijeron, pero algunos salieran condenados, ¿Por qué sería? Es que vivir de las cuotas de los afiliados no daba para mucho, ¿Verdad UGT? Y las campañas se hacían costosas.
Según lenguas viperinas, parece ser que copiaron de los franceses que iban por delante en esto de las comisiones y otras “mamandurrias”.
Aunque el caso más sonado en las últimas semanas es el “Caso ERES” (2000-PSOE), con condena a los expresidentes de Andalucía; Manuel Chaves y J. A. Griñán, a 9 años de inhabilitación y al otro a 6 años de y dos días de prisión y a inhabilitación absoluta. Hasta 21 implicado. Nada que un buen indulto no lo arregle. El coste aproximado que se imputa es 680 M €, una bicoca. Sin contar las costas de juicio y abogacías.
Del PSOE hay más casos en procesos judiciales, alrededor de 134, una perla que el partido “republinárquico” y su secretario, un tal Farsánchez, tienen sobre la “chepa”.
Pero si pensamos que es el único partido con estas corruptelas, nos equivocamos. El PP se lleva el “laurel” con 261 casos, casi el doble del anterior. Y es que la carga del franquismo pesa mucho en esto de ir corruptos por la “democracia”. Hay casos para todos los gustos y todas las CCAA.
Los más destacados en el PP, a mi entender, son:
El “Caso Bárcenas” (PP-2013). ¿Sólo tres imputados? ¡Gensanta! Lo que cuesta encontrar algunos de la lista de los “sobresueldos”. Un coste de 56 M y un disco duro roto a martillazos. Y no olvidemos al cura robando en casa del tesorero. ¡ “Luís. Lo entiendo. ¡Sé fuerte!”
El “Caso Castor” 1700M€ y 20 imputados. No hay que preocuparse, ya se ha compensado a Escal UGS-ACS con 1350M€, y es que el palco del Bernabeu es como un poder en la sombra.
El “Caso Gürtel” (PP-2007). Este es el cuento de nunca acabar. El juez, para no perderse, lo ha dividido en 10 piezas. Con 201M de coste y 175 imputados. La perla de la gaviota. Una red de corrupción política vinculada al PP. Donde está incluida la visita del Papa a Valencia. No me extraña, el empeño puesto en no renovar a los miembros del CGPJ, del TC del TS, y otros. Que aún pulula lo de un tal Cosidó, vocero de la gaviota: ”Controlaremos la Sala Segunda (del Supremo) desde detrás”.
También tenemos los casos: Lezo (22.5M€ y 57 Imputados), El Palma Arena (PP-2007) (60M€ y 42 imputados) relacionado con el Caso Nóos (2007-PP) (6M€ y 9 imputados). Y así hasta contabilizar los 261, en el día de hoy, mañana ya veremos.
Hay otros partidos políticos que no llegan a tanto, pero también tienen su “mancha corrupta”: Unió Mallorquina (UM), con 18, PNV con 15, UGT, empresas Públicas con 11, Cajas de Ahorro, con 9; de bancos: Banesto, Bankia, Caixa Catalunya y las Preferentes. Sí, también CDC, con 7 casos, entre los que se encuentra el del 3%, y CIU con 6. Si se mira la estadística por CC.AA. es Andalucía la que va en cabeza con 138 casos, seguida por Valencia con 77 y Madrid con 68, en tanto, en Cataluña se queda con 26 casos. Y sigue, sigue en una lista que se incrementa poco a poco.
Y de los indultos ¡Qué? Pues nada, que el bipartidismo se reparte el pastel según les va la “fiesta”: Desde 1996 a 2021, se concedieron 231 por corrupción. siendo José María Aznar el más generoso con los condenados por corrupción, con 139; Zapatero con 62, Rajoy con 16 y Pedro Sánchez el más rezagado con los 6 del Procés. Sería interesante hacer un estudio de los indultos, porque me sorprende que un tal Acebes, firmó 1328 indultos en un solo Consejo de Ministros, en cuya lista se escondían 67 por corrupción (01/12/2012).
Aquí lo dejo, que se me pega el arroz. Doy por finalizado este ensayo sobre la “CRISIS SISTÉMICA DEL ESTADO ESPAÑOL”.
La corrupción política es percibida como un problema social en España