1066. Sí. Esa es la cifra que recoge un informe elaborado por la doctora Nuria Pujol-Moix (profesora emérita de la UAB e investigadora del Institut de Recerca de l’Hospital de Sant Pau de Barcelona), validando los datos publicados por el Departament de Salut de la Generalitat el 19/10/2017. Noticia que ha sido publicada en el diario VILAWEB, el 25/01/2019.
Así que los empeños oficiales del gobierno español, la fiscalía, los jueces del TS implicados en los procesos del 1-O, los informes policiales y sus medios satélites para ocultar, manipular y tergiversar los resultados de la violencia policial durante el Referéndum, que no tuvo lugar, según MpuntoRajoy, con el fin de tapar las vergüenzas propias y ajenas de aquellos partidos que han hecho mutis, que han hecho bandera de información falsa, o que han apoyado las versiones acusadoras, quedan fuera de juego y demuestra que los acusados, que pronto se sentarán en el banquillo después de casi año y medio en prisión preventiva, me refiero a los presos políticos y también a los políticos en el exilio, no ejercieron la violencia de que se les acusa. Un informe exhaustivo sobre los heridos deja por los suelos el intento manipulador institucional y otras marrullerías.
No, ministro Borrell, aunque su fobia catalana le lleve los demonios y lo hagan un miserable, no fueron dos heridos, como tampoco fueron 4 los indios asesinados en América, fueron 1066, mal que le pese. 1066 heridos provocados por las cargas de la policía nacional y la guardia civil, llegados expresamente para atemorizar a la ciudadanía que sólo querían depositar una papeleta en una urna.
Los datos reflejados constan en los informes clínicos que realizan los médicos al atender al paciente, y grabados inmediatamente en el Registro del Conjunt Mínim Bàsic de Dades (CMBD) del CatSalut. Desmintiendo las falsas informaciones que parecieron durante unas semanas en la prensa “amiga”, y poniendo en duda la profesionalidad de los sanitarios que atendieron a los heridos. No están recogidas las personas que no quisieron ser atendidos por la sanidad pública.
Ya sé que la insensibilidad política les supera en altura y en anchura pero unos detalles del informe pueden hacerles pensar que no se habla de objetos, sino de personas, y para muestra un botón:
- Unas 34 personas con traumatismos cráneo-encefálicos. Y otras 137 de traumatismos en otras zonas de la cabeza: cabeza, cuello, etc. Y eso que sólo deben golpear por debajo de cintura, que si llegan a levantar las porras no sé qué hubiera pasado.
- Otro detalle que hay que señalar, es la presencia de personas mayores de 65 años, 65 personas), incluso mayores de 79 años (13 personas).
Algunos miembros del gobierno y medios subordinados, o colaboradores, afirmaron en un principio que 400 policías habían sido lesionados, que fueron rebajando poco a poco por la falta de datos al respeto. No obstante, en los registros sanitarios “privados” sólo consta 12 atendidos. Y hay que señalar que los policías iban protegidos con botas, cascos con viseras, chalecos y otras protecciones antidisturbios, como unos “robocops”, y con escudo, mientras los ciudadanos levantaban las manos e iban desarmados. El fiscal señala a 93, y que la gente era “agresiva”, pero no indica que tipo de lesiones sufrieron.
No se puede negar que la violencia policial fue desproporcionada, más allá de cualquier razonamiento. Teniendo en cuenta que la intención era la de impedir las votaciones del referéndum.
¿Por qué iban a localidades de poca población con gran cantidad de medios policiales? Ejemplo: Sant Martí Sesguioles, 370 vecinos y llegaron 40 policías, y poco después sus comentarios burlescos: “desde detrás metía la porra hacia dentro como si no hubiera mañana”, “si uno no se ha ido con la costilla rota poco le ha faltado”. Muy gráfica para hacernos una idea de cómo iba la cosa.
“Aquí no se le pegará a nadie” El sindicato UPF de la policía el 28/09/2017. Los mismos que decían que no estaban aquí (Cataluña) para “perseguir ideas, urnas o papeletas de voto”, sino con “instrucciones para restaurar la legalidad rota”. Y por eso iban a los colegios de votación a golpear a la gente, empujarla escaleras a bajos, a tirarla por los suelos, darle puñetazos, tirarlos de los pelos, y un largo etc. a pesar de haber niños y personas de avanzada edad. Todo ello lo recoge el Informe del SIRECOVI, Universidad de Barcelona el 01/10/2017.
En tanto que la Eurocámara rechazaba la represión policial del 1-O, los representantes públicos españoles, seguían en sus treces de negar la realidad. Y Human Rights Wattch el 13/10/2017 pedía una investigación en España, por el uso excesivo de la fuerza en Cataluña.
El 22/10/2017, Dasti, ministro de Exteriores se despachaba a gusto, asegurando que la mayoría de las imágenes sobre la violencia eran falsas. Y más recientemente, un ministro “socialista” (otra vez Borrell), también propalaba la idea de falsedad de las imágenes. Aunque, en realidad, la falsificación está en los vídeos presentados por la fiscalía sobre el 20/09/2017, donde manipularon imágenes para dar una sensación de violencia y que han sido rechazados en la presentación de pruebas del juicio sobre el 1-O. El primer intento oficial, anulado con tarjeta amarilla.
El 22/11/2017, el ministro Catalá hizo burla, en el Congreso, sobre los heridos del 1-O. La prepotencia campea a sus anchas en esta pandilla de corruptos, así sentenciado en juicio contra el propio partido gobernante, el PP. Y que ahora queda patente en el ayuntamiento de Valencia, donde los 10 regidores del PP están imputados por corrupción. Y burla burlando van los dos delante.
Y así, unos y otros seguían moviendo la cabeza de un lado a otro, ciñéndose a informes elaborados de la propia policía construyendo un relato retorcido y manipulador, y cuyo jefe, guardia civil y relator judicial de día, y tuitero de noche, dejando caer cosillas de sus informes.