Cuando la Marca España se arrastraba por los suelos intentando evitar los charcos de mierda (¡Ojo!, mierda no tiene sinónimos en el Word) de la corrupción, llega un “psocialista” “renovador”, da una vuelta a la tortilla y se saca de la manga un juego llamado “España Global”, que es algo así como “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor, castañetas show”, pero dedicando una secretaría general a jugar.
Hasta se creó un premio para premiar al mejor pelota extranjero del año que hablara de España mejor que de su madre. Y lo llamaron con el petulante nombre de “Premios Palacio de Viana”, que bien podría ser, con mayor atractivo y más apropiado a las tareas encomendadas: “El Corral de la Pacheca”, que es un lugar donde cohabitan el barullo y la confusión, sobre todo en lo referente a Cataluña y la corrupción, porque por el camino que va no hay un dios que lo arregle, por mucho cosmético que le pongan.
El inquisidor Borrell (PSOE), o ministro de “Asuntos Catalanes” o de Información y Turismo. Porque ya puestos, es casi como Fraga, pero con el puño apretando una rosa. Todo es cuestión de insignias. Va a la zaga de Dastis (PP), el que dijo en la BBC que las imágenes de violencia policial del 1-O eran un fake, y el presentador le rebatió que eran de la propia cadena, mintiendo miserablemente por las esquinas internacionales. Dos ministros con la cara más dura que el cemento, que se pueden intercambiar entre sus partidos y no encontrar la diferencia. O ¿es que tampoco hay diferencia entre un partido y otro?.
Una “Secretaría General (con Irene Lozano- PSOE-UPyD al frente)” cuya misión después de enterrar al toro de Osborne, es dar la imagen de Una Democracia Grande y Libre. Y para ello saca un video, donde salen personajes reconocidos a nivel internacional, pero no elude mostrar caras de tributarios en el extranjero, o por su fobia al procés, por no hablar de la banquera santanderina hablando de libertades, desarrollo social y, cómo no, de prosperidad económica (¡manda güevos!), o el pirateo de logos de empresas, para blanquear la oscura imagen mostrada a todo el mundo. Que todo sea por una “idílica democracia”.
Para ello, lo mejor es montar una contracampaña “contra el vicioso catalanismo internacional, la hidra de infinitas cabezas” (COTARELO), en estos tiempos de juicios, por si a alguien se le escapa un pedo en medio de una sesión y todo el gobierno salga salpicado. ¿Más todavía? Imposible.
¿Qué mejor que una España Global?
Porque si miramos bien, la cosa está muy chunga. Cómo se puede “promover y divulgar la mejor imagen como país”, si desde el Jefe del Estado, Gobierno instituciones judiciales, fiscales, policiales, partidos políticos, etc., están pringados de corruptelas, por no hablar de los imputados de una banda y de otra, digo banda, no lado. Hay instituciones Internacionales que están con el dedo acusador hacia la España, sin Marca, ni Globo, ni perrito que le ladre. TEDH (UE) y Amnistía Internacional entre otros.
La “España Global” está tan llena de agujeros que imita al calamar arrojando su tinta para ocultar de la vista todas las desvergüenzas de un país que aun no ha salido de una “Transición”, debilitada por unas leyes derivadas del franquismo y una Constitución tutelada por el ejército, que parecen las tablas de la Ley, aquellas que Moisés estrelló contra las rocas por su ineficacia en la aplicación, donde los tribunales de justicia más altos tienen un crucifijo para aliviar sus pecados, porque de conciencia ni hablar, enviciados por la política y, al mismo tiempo, es controlados por los partidos políticos que se retroalimentan de estos tribunales para atenuar sus delitos. Por no hablar de los políticos que pasan de puestos públicos a los privados para vender sus influencias al mejor postor. Las puertas giratorias, siempre son convenientes para estabilizar los poderes económicos y políticos.
Por lo pronto, ha salido con fuerza para contrarrestar la imagen tan erosionada, en tierras de afuera, por la represión al proceso catalán. “Líderes políticos catalanes que han cometido delitos penales…” dijo la Secretaria en la BBC, obviando, eso tan sencillo y jurídico como es la “presunción de inocencia”. Pero lo de meter la pata es tan cotidiano en este ministerio que suele pasar casi desapercibido.
Su objetivo fundamental es hacer frente a las amenazas inmediatas que salgan del caso catalán, a las puertas del juicio. Y ya pone de ejemplo (Lozano) como “fakes news” imágenes del 1-O, olvidando que las primeras pruebas rechazadas en el juicio, son las imágenes presentadas por la fiscalía, por estar manipuladas. Pero “hay muchos ámbitos desde el que se está trabajando para contrarrestar la “desinformación independentista”. Es algo así como “A por ellos”, pero con la bendición del ministerio propaganda anticatalana.
Así que la nueva oficina renace como el juguete preferido de Borrell para distraerse durante el juicio. Otras lo hacían en la Casa de los Leones con el Candy Crush. Esto de los pasatiempos para políticos nos está saliendo un poco carillo. Pero “hay que explicar a la prensa española y, especialmente, a la extranjera (que son como niños) lo que está pasando de verdad, en términos jurídicos y técnicos, para evitar malas interpretaciones”. Todo eso lo dice Lozano sin que le crezca la nariz, ni se sonroje.
Un juguete que saldrá muy caro para pretender homologar una democracia que ni ellos creen que sea “idílica”, porque los países que se siente democráticos no necesitan a ministros, ni embajadores, ni alguaciles, ni alguacilillos, ni peones por el mundo que juren y perjuren que es un estado democrático.
Dentro de poco veremos el programa en el cuarto Milenio, como “El Milagro Imposible”.