La desesperada reunión de la poinsettia y Comida de empresa
Con el “caótico” día 21 casi se me pasa contar lo de la reunión entre Sánchez y Torra, o mejor dicho la Sanchorra (del programa “Está Pasant” de TV3, que a mí no se me ocurren estas cosas).
También podía haberse llamado “la Cena de los Idiotas” pero como no había ni aperitivo. O, “Bienvenido Míster Sánchez” por lo fugaz de la visita, que parecía más un médico de la Sanidad Pública, con prisas que un político con paciencia. Así que lo he dejado tal cual, que para lo que sirven estas reuniones, cualquier título le viene grande.
Para empezar señalaré lo que, a mi entender, fue digno de ver. Me refiero a la preocupación del Sr. Costilludo, protocolario menor del reino, intentando ocultar dos plantas de color amarillo, llamadas Poinsettia, o flores de Pascua, que generalmente son rojas. Porque lo de poner una roja delante, para tapar las amarillas, ha hecho atraer la atención de un público distraído en mirar la chistera. El ridículo, cuando entra en política, impregna a los protagonistas de su propio aroma. La alergia al color amarillo está llegando límites insospechados. Estoy seguro que nadie se hubiera dado cuenta dejando los tiestos como estaban. Pero el sentido común brilló por su ausencia.
Si lo miramos con detalle, puede que el tejemaneje de los tiestos sea lo más interesante de la reunión. Porque, el tan ensalzado encuentro entre los dos mandatarios, no ha tenido la enjundia que se esperaba. Como una “minicumbre” para rebajar tensión, o un regateo en el patio del colegio. O, mejor dicho, para escenificar la paz, con tal de salvar los presupuestos. Un sacrificio a tiempo puede alargar la partida, o algo así.
Pero la negociación para el “cónclave” ha echado por tierra la exigencia de la tertulia. Que si dos, que si tres por cada bando, ha hecho pasar el tiempo. Diez días de tira y afloja, que se dice pronto. Y al final, se les ha pasado el arroz sin consensuar lo que querían negociar. Todo ha quedado como un diálogo de besugos. El uno, que si la autodeterminación, el otro que por ahí no va el agua a mi molino, que va por el Estatut (perdido entre telarañas de la desidia política) y la Constitución.
¡Joder con la Constitución! Que tiene menos modificaciones que la Biblia.
Había que mostrar “normalidad” ante la cuestión catalana. Pero con 1.000 piolines de guardia pretoriana y un despliegue de 8000 Mossos, como se le puede llamar normalidad.
Las intenciones eran “buenas” porque había temas que ya deberían estar resueltos hace años, pero entre una cosa y otra se ha ido pasando, y al final nos encontramos con problemas para ponerlos al día:
- Compromiso de aislar a la extrema derecha. Por reír que no quede. La han dejado arraigar tanto que ahora es difícil llegar a las raíces y extirparla. ¿Pero han visto como está la derecha?, si parece que le va dar un yuyu, con el tema de Cataluña.
- Desfranquización de la sociedad. No sé de quién ha sido la idea del palabro, pero, para mí, que han tomado algo muy fuerte y han soltado lo primero que les ha pasado por la estrechez de la frente..
- Seguir buscando “espacios de diálogo” para poder resolver el conflicto sobre el futuro de Cataluña. Esto es rizar el rizo. Tan simple como el mecanismo de un chupete. Un Re-fe-rén-dum para decidir la autodeterminación. ¿Tan difícil es de entender? Todo lo demás es dar vueltas a la noria. Pero sobre todo, garantizar el diálogo. A ver si dejáis de lado el WhatsApp que os vais a volver botarates.
Menos mal que después de está minireunión, minicumbre, o como se quiera llamar, se fueron a la comida de Navidad todos juntos, para limar asperezas, y tomar fuerzas para el día siguiente que sería duro para los tertulianos del Consejo de Ministras. Por cierto, en la comida se sentaron en la misma mesa con Sánchez Lliure, presidente de Fomento en medio de los dos, para poner orden en la mesa.
Si es que son como niños.
Al final la reunión del Consejo de Ministras
A pesar de que Barcelona era una ciudad “sitiada”, que yo no lo creo; el Presidente Sánchez ha llegado a la ciudad como el famoso Míster Marshall de Berlanga, una polvareda y mucho humo, pero nada de nada.
Comienza con un desayuno con la alcaldesa Colau, para hablar de la regulación de alquileres, que parece ser que es lo más importante que tenemos en la ciudad de los últimos tiempos, y de una comisión bilateral Estado-Ayuntamiento, miedo me da lo de la Comisión, que ya sabemos cómo acaban estas cosas. Termina el café y se va dando un paseo hasta el trabajo, a la vuelta de la esquina, con parte de la corte pisándole los talones. Por el carril bici, sí, sí, no es broma, por el carril bici, que aquí en Barcelona tiene doble sentido, el carril, no la palabra. Con lo peligroso que este carril se está volviendo últimamente con la llegada de los patinetes eléctricos. Son unos inconscientes que no saben que su irresponsabilidad puede provocar un caos político de gran envergadura en beneficio de sus enemigos-amigos en la cancha. Lo que no pueden los presupuestos, una bici o un patinete desbocado puede echar por la borda todo un gobierno. ¡Manda güevos!
Porque lo de las concentraciones y bloqueos de los indepes, no le preocupaba “nada” y la presencia de su guardia pretoriana de 1.000 piolines, era para agradecerles lo del año pasado, con unos días de “relajo” en la colonia que aporrearan, una especie de cesta de navidad.
Antes de entrar a la “oficina” para celebrar (que mal suena lo de celebrar) el Consejo que trajo de Madrid para demostrar la “normalidad” en provincias, se dejó oír una cacerolada de los vecinos que no pudieron ser evacuados, en agradecimiento por dejarlos ver desde el balcón, el espectáculo de su paseo matutino ya que las calles estaban vacías por imperativo policial. El resto de ciudadanos eran retenidos por dos coronas de seguridad para evitar los aplausos ruidosos que pudieran molestar la corte gubernamental. Un poco tiquismiquis sí que son estos funcionarios por muy seudosocialistas que quieran llamarse.
Mientras la prensa internacional se va haciendo eco de la represión policial de esa mañana del 21, en el Consejo se debatía, que ya es mucho decir, los dos puntos “estrella” del día:
- La subida de Salario Mínimo Interprofesional a 900 €, que beneficiaría a 2,5 millones de personas. Eso está por ver, lo del beneficio digo. Ya hay voces que señalan que los Centros especiales de Trabajo, dependientes del departamento de Trabajo no tienen previsto un aumento de la subvención para asumir el coste del incremento de SMI, por que se verían afectados un grupo de personas con discapacidad intelectual de estos centros.
- La subida del 2,5% al sector público. Bien está lo que bien acaba.
Entre otros puntos están:
- Cambiar el nombre al aeropuerto del Prat por el de Josep Tarradellas. Para “transmitir un mensaje de “concordia, entendimiento y diálogo”, dicen los voceros. Cuando, en realidad, lo que es necesario es negociar los problemas de funcionamiento y el traspaso de la gestión de las instalaciones, pero quita, quita, ¿para qué se le haga competencia al de Madrid, habrase visto. La verdad sea dicha, es para cabrearse más que un mono de feria. Que sí hombre, que sabemos que somos colonizados, pero podrían ser un poco más diplomáticos con estos temas, aunque teniendo al Borrell al frente de la diplomacia, cómo queremos que tengan sentido común. Un aeropuerto gestionado por AENA-Fomento, con menos recursos que cualquier otro. Con veranos marcados por el caos de las huelgas, colas en los controles de seguridad, vuelos que se cancelan, y un largo etc. Que no suele ocurrir en Barajas, por decir algo.
- También han hecho una declaración, de intenciones, sobre el fusilamiento del President Lluís Companys. Algo así como el reconocimiento y reparación de su dignidad, pero sin declarar la nulidad del juicio. Argumentan que la Memoria Histórica ya declaró la ilegitimidad de las condenas de tribunales de guerra durante la guerra de 1936 a 1939. Si lo tiras por ese camino, yo puedo argumentar que lo que se pide es la anulación de los juicios, la a-nu-la-ción, no ilegitimidad. Que siempre cambiáis el paso y jugáis con el vocabulario.
Un poco de humo para que no se vea la mano del trilero haciendo el movimiento tramposo. Porque ya puestos, ¿Por qué no se declaran nulos todos los procesos del franquismo? ¡Ah! ya, que hay que hacer una proposición de ley en el Congreso. Para eso, más vale ser serios y mover tema que no puedes. Pues eso, una operación de imagen, pero de anular el juicio, es otro cantar.
- Y como guinda del pastel, 112 millones de euros para carreteras. ¿Pero no había presumido Ábalos hace unas semanas de una inversión de 1.800M€ en infraestructuras catalanas? Esta tomadura de pelo ya la hicieron los del PP en sus respectivos gobiernos. Me parece una broma de mal gusto.
Yo pensaba que venía como la Lotería a repartir millones, pero parece ser, que con los que repartió MpuntoRajoy el año pasado ya hay de sobra. Ahora está por ver cuándo llegarán los prometidos por el gobierno del PP y que el 155 dejó paralizados en caja y sin gastar, y así se podrá reclamar al del PSOE los que hacen faltan, y mientras tanto un año por aquí, otro por allá y nos quedaremos a verlas venir. Y cantando lo del fum, fum, fum, 25 de diciembre fum, fum, fum…
Total, un viaje con las alforjas vacías, buscando el tesoro del “Diálogo”, diálogo, diálogo, con la Constitución en una mano y la ley (con los piolines de escuderos) en la otra. Y recordaremos la canción de Dalida: Paroles, paroles, paroles…