La farsa Transición cerró el camino a la República. Y seguimos a las puertas de la III República.
Las elecciones las carga el diablo y, sobre todo, cuando quien las convoca da explicaciones no requeridas, es decir: “excusatio non petita accusatio manifesta”, lo que es lo mismo que las justificaciones que no vienen a cuento, es como reconocer la culpabilidad de las causas ocultas que motivan el adelanto de unas elecciones.