Agora de Historia y Opinión

¡Hagan juego señorías! Que las cartas se van poniendo bocarriba en el tablero político-judicial a ritmo del “mazo” judicial. Siguiendo la consigna que el “líder” de la manada lanzó en su día: “El que pueda hacer, que haga, el que pueda aportar, que aporte”. Y poniendo la “malversación” como estandarte del “Aporellos”. Lo que diga la Ley, no sirve para nada, sólo lo que interpretan las “puñetas” es válido. Me refiero a las “puñetas” de lo Penal, que ese sí que está ”atado y bien atado”.

Y en medio de esta fauna resurge el juez Aguirre, con el banderín de su cruzada particular. Porque, en esto de la amnistía no va a ser menos que los cuatro fiscales del Apocalipsis, es decir los cuatro del procés, del 1-O. Que les ha sentado como un tiro en sálvese la parte que la dichosa Ley de Amnistía haya superado los palos en las ruedas de todas las derechas juntas, y parte de la élite judicial y fiscal.

A finales de abril, Pedro Sánchez, epístola en mano, hizo una cabriola, de ida y vuelta, que duró cinco días, refugiándose en el convento de la Moncloa para hacer unos ejercicios espirituales y, de camino, reflexionar sobre lo vivido, en su vida privada y no tan privada, porque en el fondo vive a expensas del erario público, Y, a veces, hay que apechugar con los envites del “contrario”, aunque el comportamiento de este sea miserable.

A finales de abril, Pedro Sánchez, epístola en mano, hizo una cabriola, de ida y vuelta, que duró cinco días, refugiándose en el convento de la Moncloa para hacer unos ejercicios espirituales y, de camino, reflexionar sobre lo vivido, en su vida privada y no tan privada, porque en el fondo vive a expensas del erario público, Y, a veces, hay que apechugar con los envites del “contrario”, aunque el comportamiento de este sea miserable.

Sánchez ha entrado en el “mercadillo” del “lawfare” pisando fuerte, como si fuera el único parroquiano para “regenerar la democracia”. Menos mal. Ya empezaba a creerme aquello de la “democracia plena”.

Las elecciones las carga el diablo y, sobre todo, cuando quien las convoca da explicaciones no requeridas, es decir: “excusatio non petita accusatio manifesta”, lo que es lo mismo que las justificaciones que no vienen a cuento, es como reconocer la culpabilidad de las causas ocultas que motivan el adelanto de unas elecciones.

Las elecciones las carga el diablo y, sobre todo, cuando quien las convoca da explicaciones no requeridas, es decir: “excusatio non petita accusatio manifesta”, lo que es lo mismo que las justificaciones que no vienen a cuento, es como reconocer la culpabilidad de las causas ocultas que motivan el adelanto de unas elecciones.

La sesión de control al gobierno (noviembre-2021) en la Casa de los Leones se puso en evidencia que hay palabras que no debían llegar al hemiciclo, porque perturbaban la paz mental de los “meapilas”, y confunden sus “ideales”, si es que tienen alguno. Todo fue a raíz de una palabra: “PUTIFERIO”.lado, no es que se les ría las “gracias”, sino que, se les va dejando la puerta abierta para METER cizaña entre los “suyos” si es que aún siguen siendo de los suyos, que eso estaría por ver.

Ha vuelto la burra al pesebre. Desde que el “jarrón chino” abrió la veda contra la ley de Amnistía, no hay día que no se vea un “descamisao” mear fuera de tiesto. Lo malo es que, por un lado, no es que se les ría las “gracias”, sino que, se les va dejando la puerta abierta para METER cizaña entre los “suyos” si es que aún siguen siendo de los suyos, que eso estaría por ver.

Empezamos el año 2024 haciendo propósitos de enmienda y con ganas de recuperar la “silueta” que teníamos antes de las Fiestas. Pero lo de avanzar en democracia, es harina de otro costal. Y es que con las prisas se nos ha ido la mano y nos hemos quitado la careta de demócrata y nos hemos quedado con el culo al aire. Por lo menos, a una parte de los “súbditos” del reino de la Spain is different cuando les toca la pregunta del millón en las encuestas ”dirigidas” y “cocinadas”, relacionadas con el independentismo catalán, porque de los otros independentismos nadie habla.