23J_INVESTIDURA O NUEVAS ELECCIONES (VII). Después de la fiesta viene la resaca.

La primera parte de las investiduras ha acabado con la gaviota lamiéndose las heridas de un fracaso cantado. Ahora viene la “resaca”. Yo alargaría el fracaso al “Novotado VI” que, con todas las cartas marcadas propuso al Feijóo como candidato, cuando sabía que no pasaría de los “72” votos, incluso pidiendo a la presidenta Armengol que alargara el plazo para que tuviera tiempo de llegar al cupo de votos. Y así, ha quedado el tejado de Génova 13, marcado por las piedras que tiraron sus propios “inquilinos”. Y, ya se sabe, que no es bueno, ni tirar piedras a tu propio tejado, ni escupir para arriba. Eso suele tener consecuencias. ¡Ojo! que la pifia de un diputado del PSOE votando Sí, a favor del PP, cosa que fue corregida con “debida” rapidez, por un error en el apellido del diputado, no me gustaría ser mal pensado, pudo ser un ensayo, que de todo hay en la viña del señor. Es que esto de los apellidos visigodos puede confundir la cosa. Aunque, después, en segunda votación, un diputado de Junts, también dio la cagada por hecha, y se le fue el Sí, como un pedo mal contenido, lo que tardó en reaccionar, fue suficiente para que el voto quedara anulado. Lo que no entiendo es por qué se consideró el voto nulo, si fue real, debería haber sido un SI. En fin, estas cosas de la política no llegaré a entenderlas. 72 votos que se van a la papelera, sin “oficio, ni beneficio”, y como los gastos van a nuestra cuenta, qué más da perder el tiempo en “fallidas” cantadas.

No sé si la propuesta de JUNTS, sobre: el catalán en el Congreso y en la UE, la amnistía para los del “procés” y como colofón lo de la autodeterminación, llegará a buen puerto en esta legislatura, o si los votos de Waterloo, sean abstención o afirmativos para la candidatura “socialista” tendrán algún beneficio, pero, lo cierto, es lo que han dejado al descubierto la trastienda de las elecciones, el chalaneo de las negociaciones, el fariseísmo de los políticos y la falsedad que esconden debajo de sus escaños. Y eso, ha merecido la pena.

Hablar de los discursos de la derecha “defendiendo” la oposición, al contrario, es para “llorar” y no echar gota. Y el golpe de efecto de los socialistas, sacando al exalcalde de Valladolid a contrarrestar el discurso de Feijóo, un puntazo, creo que ha sido lo mejor de la partida. Porque, la tan cacareada frase populista de “gobernar la lista más votada” se vuelto como un boomerang, golpeando las “narices” de la derecha, y dejando KO al “cabecilla” de la banda. O, como dijo Antón Losada (ElDiario.10/09/2023): “Una vez más, la política española al frente de la innovación política mundial creando un modelo de investidura donde el candidato dedica su tiempo a pronunciarse sobre la investidura de otro, no sobre la suya”. “Más que un candidato, parece un tertuliano de televisión en televisión, opinando sobre lo malo que es el sanchismo y lo crueles que son los demás niños por no querer jugar a presidentes”.  Y “aquí paz y después gloria”. Y si hablamos de tertulianos, oí a uno con gran sentido común, decir, que los tertulianos, participan como cuota de participación de los propios partidos o de sus afines. Repartidos en los diferentes medios, para dejar caer su “ideología” de forma sibilina. Será por eso del equilibrio político.

Y como si esto de las investiduras fuesen un baile por sevillanas, vamos por la segunda que es más interesante. Y los pinganillos siguen en el hemiciclo sin haberse roto España. Y ¡ojito al dato! El primer sondeo sobre unas nuevas elecciones daría un empate técnico para las dos partes: 75 vs 75. ¡Uf! No sé qué es peor.

Mientras tanto, seguimos viendo que hay vida fuera de las investiduras. Me refiero a la política.

Esta va por Llarena. Liado con el tema de las euroórdenes, porque no sabe, o no tiene claro si el Puigdemont y el Comín han presentado recurso contra la sentencia del TGUE respecto a la inmunidad de estos o si hay medidas cautelares, que ya se ve metiendo la pata con la justicia internacional, cosa nada nueva. Ya que, por medio, está eso de la amnistía y si sale o no sale una ley que lo puede dejar con el culo al aire. Aunque, eso no impide hacer sus críticas en conferencias cuando tiene un micrófono delante. Después saldrán protesta por los “procesados” piden retirarlo del juego por falta de imparcialidad. Pero, tranquilo, que para eso está la Fiscalía que lo afina todo, incluso lo de entrar en política y haciendo declaraciones en contra de la amnistía, como un apéndice del PP. Y es que cuando se viste con la toga, no distingo a los cuervos de las gaviotas.

Y de ahí, la cosa se pone turbia, cuando ves como magistrados del Supremo se posicionan en contra de la amnistía, porque dicen que “Legitiman el intento de secesión del 1-O”. Y eso que se habla de una “posible” Ley de Amnistía, que corresponde al poder legislativo, los de las Cámaras Baja y Alta. Si Montesquieu levantara la cabeza, con lo que le costó hacer entender que los poderes del estado son tres y separados. Que poca fe tienen en la justicia que dicen impartir. Un Supremo colapsado por la falta de renovación del CGPJ, con un 30% de la plantilla sin cubrir. Con elementos de dicho poder con casi cinco años de caducidad. A ellos les va requetebién, porque la cúpula está copada por los conservadores afines al PP, que sigue con su estrategia de desgaste, esperando ganar. ¡Que ha sido que no! A ver si te enteras de una vez Núñez Feijóo.

Y si los del Supremo salen al descubierto, los de la Audiencia Nacional, no pierden comba, y cuando un juez “ordinario” según la CE, toma una decisión que no les conviene, los del CNP, policía nacional para entendernos, les pasa un informe “adicional” y se saltan las barreras, cuando de independentistas se trata, y si les acusan de ser de los CDR, les ponen cuernos y rabo de diablos y los llevan de vuelta a “lo que sea”, me refiero a los cuatro acusados de “intentar” poner aceite en la carretera al paso de la Vuelta Ciclista, lo de la presunción de inocencia no existe, aunque el juez de guardia los dejara en libertad, se les pone una cruz de “terrorista” y “Aporellos”.

Por si éramos pocos, parió la burra, reza el dicho refranero. La Iglesia se apunta al carro de las críticas contra la amnistía y los voceros de los obispos dicen que “no tiene ninguna justificación… porque estamos en un Estado de normalidad democrática”. ” Creo que es bueno para todos, el respeto a la legalidad vigente”, dijo el vocero mayor de los morados, mostrando su “anillo pastoral” para que quede bien eso de que todos son mis ovejas, menos unas sediciosas que quieren salirse del redil. Mi postura atea me pide darle caña al mono, pero me contengo por respeto a esas ovejas negras con las cuales me identifico. Por cierto, en un estado de normalidad democrática y LAICO, he dicho LAICO, lo idóneo sería que no fueran “mantenidos” por dicho estado, ni tuvieran balcón preferente en las casillas del IRPF y ese 0,7% para el cepillo. Una Conferencia Episcopal de cariz reaccionario y vengativo (A. Colomines), vuelve a sus raíces del nacionalcatolicismo franquista para levantar su mano, al estilo romano, pero de tristes recuerdos del Facio, como en tiempos de Espartaco. Antón Losada, tampoco deja la pluma quieta, en El Diario, y dice: “cuesta más entender cómo una institución de por sí basada en el perdón, pero que, además, ha usado y usa de manera regular y sistemática una especie de amnistía clandestina para encubrir y proteger a cientos de sus miembros de sus responsabilidades penales por delitos sexuales”

Pero, eso forma parte del “attrezzo” de la hipocresía de la Transición y de la falsedad de la Constitución. Y no los oigo, a los obispos, criticar los temas del CGPJ, la represión del 1-O, la “amnistía de Portugal” por la visita del Papa, ni otros agravios que andan por ahí debajo de las sotanas que tapan sus vergüenzas. ¡Ojo! que los obispos catalanes, se muestran “críticos” con los de la Conferencia Episcopal, diciendo que: “Favorecer el partidismo o loar una determinada posición no es ni bueno, ni malamente nuevo”. Más ambigua no puede ser, buscando una neutralidad que se pierde por las bambalinas. Se nota que los cepillos catalanes son más generosos y no tienen una Cope, para chupar del bote.

Aquí lo dejo, por ahora.