Agora de Historia y Opinión

14F: Las encuestas las carga el diablo. Y Tezanos las dispara

La campaña electoral es como el laberinto de los espejos, de esos que encontrábamos en las ferias. Donde los partidos participantes en la “carrera”, se ven tan falseados que su parecido con la realidad deja mucho que desear. Son imágenes del otro al que reconocemos, pero no conocemos. Incluso su ridiculez nos sorprende al alterar su deformidad. No obstante, todo depende del ángulo desde el que se les mire. Hasta la ilusión de hacernos reír es imaginaria. Y para darle un “brillo” falso, nada mejor que una encuesta.

Una ENCUESTA es como un traje de prêt-a-porter, o lo que es lo mismo, listo para llevar. Aunque con ciertos cambios. Si la encuesta es electoral, algunos les llama sondeo y, suele ir cargada de “intenciones” para influir en las decisiones de los votantes. Todo ello supuestamente. Son una especie de “fotomatón” que nos muestra una instantánea de varias candidaturas. Pero la encuesta no sería tal, si no tuviera un “cocinilla” detrás. Porque donde esté una encuesta bien aderezada, con todos sus ingredientes “trabajados” y en su punto de cocimiento, siempre habrá un votante pasado de hervor que “pique”. Los programas electorales son otra cosa. Son el argumentario prometedor de lo que puede ser y nunca es.

También, se ha de tener en cuenta, los momentos de salida de una encuesta. El oportunismo para entrar en la noticia es muy importante. Y, sobre todo, sorprender, al contrario, con valoraciones “imprevistas”. Y, como no, puede ser el empujón para poner un candidato en la línea de salida sin que nos demos cuenta. O, sí.

El organismo con mejor “posición” para realizar una “ENCUESTA” es el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que cuenta con todos los parabienes del estado para hacernos creer que todo lo reflejado en ella, es la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad. Lo que hace del votante un cliente predispuesto, sugestionado y facilón.

El “Chef” del CIS, en la sombra, es un tal Tezanos, que tiene una mano muy “profesional” y con un “argumento” socialista que te cagas. Es el mismo que en la Casa de los Leones dijo a los diputados, aquello de: “no «fiarse de las encuestas». Y, “No sean fetichistas con las encuestas… porque si bien sirven para anticipar tendencias, tienen «un margen teórico de error». Y, también puso la tilde en lo de: “casi todos los presidentes del CIS han sido políticos». Pues eso, lo de casi sobra. Es el mismo que veta preguntas sobre la Casa Real, la Constitución y el Independentismo, no vaya a ser que salga algún republicano diciendo cosas “raras”. Así que tendremos que imaginar, que unos son más políticos que otros y el que no lo sea que se baje del barco. Antes de que lo tiren por la borda.

Respecto a las elecciones del 14F, en Catalunya, ha hecho saltar las alarmas. Primero en modo vibración, después en modo audio, y al final en modo mediático, por haber metido una variante en los sondeos, con calzador. Pero que la “gaviota”, ha detectado en los últimos sondeos llamados Barómetros. Es la inclusión del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en sus estudios electorales sobre Cataluña, a pesar de que oficialmente no era el candidato del PSC. Pero aprovechando que el Pisuerga pasaba por allí, le ha dado una caña y lo ha puesto a pescar en medio de la encuesta. Después, dicen las malas lenguas se le vio salir por puerta trasera, perseguido por una partida del Covid19, pero eso son habladurías.

Y como una aparición mariana, casi sin aura, nos lo encontramos en los Barómetros de 01/11 y 01/12 de 2020, dentro del apartado de Cataluña, escondido tímidamente, detrás de la pregunta: ¿Y qué partido preferiría que gobernase en Cataluña?, en la siguiente, como quien no quiere la cosa, sobre “el conocimiento de políticos y su valoración en Catalunya”. Y ¡zas! Asoma la cabeza, un tal Salvador Illa, por aquel entonces ministro de Sanidad y con problemas de restricciones sanitarias por la pandemia, hasta el culo, en el puesto 6º. Y con una valoración media de 4,9 y 4,8. Y “nadie” sabía que dejaría el ministerio para entrar en campaña. Nadie no, que desde el verano había un contubernio de colocarlo en la Generalitat. Aunque, también está Oriol Junqueras, preso político recién salido en tercer grado, Quim Torra, que todo el mundo sabe que estaba inhabilitado y no iría en ninguna candidatura y Jaume Asens, de En Comú-Podem. Ninguno de los tres opta a ocupar escaño en el Parlament catalán. Pero ya se sabe que a mar revuelto ganancia de pescadores. Y es que los trabajos de cocina son así de “sutiles”. En resumen, las encuestas del CIS lanzaron una OPA hostil contra el independentismo, de no te menees. Y según el diario alemán, de Munic, “Süddeutsche”, en un reportaje, afirma que el conflicto de Catalunya con el Estado español “está lejos de solucionarse” y que para “pacificar la región”, la Moncloa ha potenciado la candidatura de Illa, y si llega a presidente de la Generalitat, ya no habría de temer la aparición de problemas. Cataluña volvería al autonomismo. Si lo dicen los alemanes que son muy serios, amén.

Siguiendo con los Barómetros. Sacó al PSC como primera fuerza política con un 23,9%. Detrás ponía a ERC (20,6%) y, a continuación, casi con la mitad de porcentaje a JxCat (12,5%), del PdeCat ni flores. Pero la jugada era dar la imagen de que el candidato “socialista” era el mejor situado, creando una “expectativa” de solidez en la candidatura. Comenzaba la “Operación Illa”. Y para no pillarse los dedos deja al independentismo con un margen amplio de diputados, entre 59 y 71, para sembrar la duda de si perdería o no, pero en la escala más baja, como señalando que pierde fuelle y que no llegará a gobernar. Ya se sabe que estos del PSOE son más listos que el hambre en esto de las encuestas. Todo consiste en localizar los resultados anteriores más favorables al partido y “supuestamente” conducir las encuestas a esos sectores de población afines al candidato. O algo así. Para ello, tenían un buen maestro en el “Pasmao descamisao”, que tenía el negocio de las encuestas muy controlado. El que da primero da dos veces. Y poner al PSC delante es un puntazo.

Y, para puntazo, es sacar una encuesta expres, o encuesta “flash”, o conejo de la manga, cuando no tocaba, cosa inédita en democracia. ¿En demo qué?: – En democracia a la española. – ¡Ah!  En la democracia europea está la norma de no hacer encuestas en medio de campaña, ni de cambiar de caballo a media carrera, pero “donde manda patrón, no manda marinero”, y así poder continuar inflando el “efecto Illa” alejándolo de ERC y de JxCat, con un 23,7 % de los votos, e insinuando que el independentismo no superaría la barrera del 50%, pero quedando cerca. Y maneja horquillas de datos para dejar la duda en el aire, para el unionismo (PSC, Cs, PP y Vox) sería entre el 39% y el 50%, en tanto, que para el independentismo entre el 39% y el 49%.

Pero, hete tú, que el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), órgano de la Generalitat de Catalunya encargado de realizar encuestas periódicas sobre intención de voto y otros datos relacionados, en el mes de diciembre da una vuelta a la tortilla y en el último sondeo de final de enero-2021, le da a ERC 34-35 escaños (23% votos), a JxCat 32-34 diputados (20,7% de los votos), casi un empate técnico y al PSC de Illa, entre 26-29 escaños (el 19,6% de los votos). Y que la suma de ERC, JxCat, la CUP y el PdeCAT obtendría el 51,2% de los votos

Pero no sólo es el CEO el que contrasta con el CIS sus sondeos, también hay otras encuestas que llevan la contraria, como Electomanía que da 34 diputados a ERC, con el 22% de los votos, y JxCat 32 diputados con el 19,8% de los votos, y al PSC le da 30 diputados con el 21,4% de los votos. La de Antena 3, también sitúa a ERC en primer lugar, seguida de PdeCat y a continuación de PSC, con gobierno independentista o tripartito de ERC-PSC y Comuns, que de todo hay en la viña del señor. Y en la valoración de candidatos Illa pierde por varias cabezas. El “Periódico” pone al PSC en lo alto de la tarima, seguido de ERC y JxCat. No hace falta mirar quién lame la mano que le da de comer.

Pero si buscamos el “amigo invisible” de las encuestas, nos encontramos con regalos sorpresas y de los que apenas se hablan: A) una pregunta perdida entre el montón del formulario, señalando que un 32,6% está convencido de que será ERC la que gane las elecciones, en contra del 17,7% que cree que será el PSC, y B) el porcentaje de indecisos que no saben qué votarán, los abstencionistas, los que no contestan, o los que tienen miedo a votar por el posible contagio, la mitad de los electores no irán a votar. Y no hablo de los votos por correo, que traerá cola el interés de los partidos por hacerlo en esta modalidad. Todo ello puede hacer cambiar todas las gráficas.

Así que mientras, miramos los posos del café a ver que nos depara la fortuna, porque lo que son las encuestas nos “lían” más que la pata de un romano”, y vayamos a votar pensando en las consecuencias de hacerlo, o no hacerlo. El voto no es sólo una papeleta, es una responsabilidad.