La verdad, es que no estoy seguro si son los mosquitos los que chupan del bote o son los políticos los que hacen su agosto chupando la sangre. Porque pasar un mes dando vueltas a la noria de la investidura, al igual que los 80 días anteriores, en situación de “standby”, esperando que el maná caiga del cielo, es para sacar nota, aunque los voceros y voceras del P$OE, en misión de quita-vergüenzas del Pedro, digan que éste se está reuniendo con los “agentes” sociales, ¡Mande! Un guión muy ensayado en los despachos de los directivos que no quieren dar la cara por si se la parten o por no estar maquillada suficientemente, o porque no quieren que le pillen con las manos en el carrito del helado. Vaya usted a saber.
En los últimos tiempos me he reafirmado en la idea de que el político es algo diferente a sus representados, ya sean de un color u de otro, por cuanto no dan cuenta a estos de sus decisiones, ni sus objetivos, ni sus ¡quítame allá esas pajas! Que es como no decir nada, a la española ¿Pa qué? ¿Pa cagarla?
Los políticos se mueven en otro nivel diferente al del ciudadano-súbdito. Viven en otra dimensión a la que es imposible llegar. Son como en la película “Los Otros”, que el humo va por un lado y las imágenes por otro y ni con una Medium presente se encuentran. Y, por curiosidad, he encontrado que esta película está influenciada por otra llamada: ”Otra vuelta de tuerca”. ¿Será una premonición para nuestros políticos?
Por cierto, siguiendo el tema de los mosquitos, hay una variedad de estos animalejos, que te chupan la sangre con un arte muy parecido al utilizado por los políticos respecto a tus bolsillos, y los míos. Es la variedad de los culícidos, y no me refiero a que pierdan el culo por cumplir su misión de joder al prójimo, pero algo de eso tiene que haber en la familia política, que cada vez perfeccionan más el arte de hechizar al cotizante de nómina que es el más bajito del escalafón económico, el más asequible a sus lisonjas y engaños. Hagas lo que hagas el chupóptero culícido conseguirá parte de tu esencia vital para darse la vidorra con la tripa llena, pero se arriesga a que le pillen en pleno ataque y se juegue la vida. El chupóptero político, en cambio, intenta convencerte que es por tu bien, que él siempre tiene razón y que el colesterol de tus votos los hacen actuar así. Pero la dinámica no va en el mismo sentido, ya que no se arriesga nada, y la zapatilla pasa por encima, puesto que ante la “justicia” se le interpone una valla con “concertinas” que va “afinando” sus aprietos antes de llegar a un “Tribunal” a verse las caras.
A lo visto me remito. Si no, veamos unos datos del último decenio:
- Antes teníamos unos derechos sociales y laborales, que no eran la panacea, pero se habían ganado a base de lucha laboral y sindical. Y ahora, entre que los sindicatos se han vuelto aparatos de la burocracia, que viven más pendientes de las subvenciones que de las cuotas de sus afiliados y el IBEX35 y bancos han cogido el toro por los cuernos, nos han dejado la economía, la familiar, no la financiera, hecha unos zorros.
- La Sanidad está que da pena, no por sus profesionales, sino por los políticos que meten la mano en el cazo y dejan los recursos cogidos con tiritas. Y las elecciones perfeccionan el sistema rotando el clientelismo corrupto para equilibrar el posible desajuste entre unos partidos políticos y otros. De donde sale el dicho popular: ¡Quítate tú que me pongo yo?, O algo así.
- Las Pensiones, para reír y no echar gota. Lo que era la hucha de las pensiones se la han ventilado en menos que canta un gallo, han roto el cerdito de barro para tapar sus vergüenzas económicas, no las de la caja B, que esa sigue toreando la justicia, o no, con capotes largos, sino para tapar los agujeros de la banca, con la mirada extraviada del Banco de España, y la visión sombría del Tribunal de Cuentas, con la dirección del gobierno del PP y la connivencia de P$OE , C’s y todos los que hacen coro al sistema. Como decía, las pensiones han bajado su nivel económico, y el Art.. 50 de la CE no sirve ni para barrer la cubierta del Audaz mientras siga embarrancado.
- Los Salarios. Mejor dicho mini salarios, porque lo de milieuristas los vamos a tener que buscar en Atapuerca. La grieta entre las ganancias de las grandes empresas, y sus directivos, respecto a los trabajadores es tan grande que más bien parece un cráter y sin visos de eructar. En cambio los salarios de los políticos: gobernantes, diputados, asesores, y un largo etc., que vive a la sombra de los partidos con poder. Por no hablar de las prebendas económicas que siguen disfrutando, en dietas, viajes, extras, que hacen golosa sus peleas por alcanzar el poder. Por cierto un desayuno en el bar del Congreso, La Casa de los Leones, no pasa de 1,08 €. Y de las bebidas espirituosas ni que decir. ¡Camarero! Una cañita que la paga el currante a 0,96€. Por poner dos sencillos ejemplos.
- Y la Iglesia ¿Muy bien. Y usted? Estamos en un país laico, de misa, padrenuestro y orinal ¿lai…qué? que pasa el cepillo al ciudadano-súbdito, para pagar el peaje eclesiástico. 11.000M de los presupuestos, por no hablar de esos 335 M, que salen del cepillo dominguero y no pagan impuestos. Y no digo nada de las inmatriculaciones, que eso levanta ampollas. A Dios rogando y con el mazo dando, y al César lo que quede.
Por otro lado, hay una clara intención de mantener el bipartidismo, sistema puesto en juego desde el 78 que, ahora, adolece porque hay otros grupos políticos con suficiente entidad para entrar a gobernar en coalición, como ha ocurrido en 25 países de la UE. Pero en este Estado parece ser que no gusta dejar entrar a otros a participar del “pastel” gubernativo. ¿Golosillos, que sois unos golosillos!
Y seguiríamos hablando del gobierno, y del desgobierno, hasta el día del Juicio final por la tarde. Porque esto de estar en funciones es un chollo del carajo, y ni explicaciones que valga. Y a los de Unidas Podemos un aviso, que vayan echando las lentejas en remojo que esto se demorará, hasta que genuflexionen sus ideas y reciban el espaldarazo correspondiente como buen vasallo.
Cuando empleas los nombres voceros y voceras así de fácil, me viene a la memoria el problema que tuvieron estos culícidos con el nombre «portavoz» y las vueltas que dieron sobre él y su aplicación a sus señorías femeninas.
¿Tan difícil les era coger un diccionario y ver lo correctos que son los vocablos vocero y vocera?
Los derechos sociales y laborales empezaron a desaparecer (y desaparecerán por completo, claro) cuando desapareció la Unión Soviética. Para las generaciones venideras, sólo serán palabras en desuso, como por ejemplo: vocero
Gracias Antonio. Aunque la URSS no era la mejor ayuda, había gente que provenía del marxismo que si aportó empuje a la lucha laboral y social. Un abrazo.