Con esta reseña inicio una serie de comentarios donde el protagonista es el libro y su lectura. Son trabajos que realicé durante los estudios de Grado de Historia y relacionados con la misma.
“Unos por otros” de Philip Kerr
Un detective privado en la Alemania de la postguerra. Un territorio lleno de ruinas, de andamios, de tiendas provisionales ocupando los espacios bombardeados, de montones de ladrillos nuevos y madera, de hormigoneras, de martillos neumáticos que competían en hacer ruido. Un país en recuperación, que lo único que mantiene firme es la fachada al igual que nuestro detective Bernhard Gunther. Un comisario de la Policía Criminal (Kripo) de Berlín que ha pasado por todas las etapas de la guerra, desde el campo de concentración de Dachau hasta el Servicio de Inteligencia (SS-SD), que se llega a cuestionar de qué lado de la partida está. Una lucha interior y exterior sobre el papel de Alemania y que presenta a diferentes tipos de alemanes: nazis malos y menos malos; alemanes que se enardecen en participar en la vorágine de la guerra y alemanes que se ven arrastrados a ella. Y también aquellos que están en medio de todos ellos.
El autor Philip KERR nos presenta los diferentes integrantes de la novela que se diluye entre la ficción y la realidad, con numerosos datos convincentes:
Por un lado, los judíos, que sin presentar el Holocausto en toda su extensión, si muestran indicios suficientes que hacen presagiar el terrible genocidio al que se verá abocados y la visión de éste desde los diferentes ángulos de los protagonistas. Y también los otros judíos, los que se mueven en entornos cercanos y son elementos sorprendentes de esta historia.
Por otro, las potencias participantes en la contienda, especialmente los Estados Unidos de América y la Unión Soviética (URSS), junto a los británicos y franceses que hacen de comparsa. Cada una de ellas buscando lo más beneficioso para sus intereses, pero que ejerciendo de fuerzas de ocupación en los territorios que les ha correspondido en el reparto, con la misma animadversión y prepotencia que los vencidos antes de perder la guerra.
También se percibe el inicio de la guerra fría entre las dos grandes potencias difundiendo sus esporas por toda Europa.
Y en tercer lugar y el más sugestivo, a mi entender, es el de las redes de ayuda a los nazis para escapar (rechazo el término ex nazi presente en la novela porque estos no dejaron de serlo en ningún momento). La persecución estadounidense, rusa y judía, donde las organizaciones secretas, como Odessa, la Compañía o Telaraña, bajo el auspicio de la CIA, el Vaticano, los dirigentes políticos sudamericanos admiradores del Tercer Reich y otros, les facilitan, no sólo la huída sino, que en el caso americano, depuran sus expedientes de posibles sospechas de crímenes de guerra para poder entrar en terreno USA.
Unas redes que convergen en las ideas puestas en marcha por la Operación Paperclip (el plan original era la Operación Overcast), realizada por el Servicio de Inteligencia y Militar de los Estados Unidos con el objetivo prioritario de recuperar a la mayor cantidad de nazis que habían participado en proyectos científicos y de alta tecnología alemana y también aprovecharse de la experiencia alemana en espionaje y control de población.
Una gran madeja en la que el detective Gunther va desentrañando los hilos buscando la salida del laberinto del Minotauro, exponiéndonos la hipocresía de los vencedores al saltarse los acuerdos de las conferencias y la inmoralidad y corrupción con que actúan para alcanzar sus objetivos, sin importar los daños que se ocasione para conseguir el éxito de las operaciones.
Los americanos realizaron los mismos experimentos médicos sobre enfermedades (tifus y malaria) con prisioneros americanos voluntarios, según publicado en la Revista LIFE de 4 de junio de 1945 y, sin embargo, fue el mismo pretexto que utilizaron para ahorcar nazis.
Lo interesante de la narración es el contexto histórico en que se desarrolla la novela y los datos que aporta junto a los hechos. La operación Barbarroja, la creación de campos de Concentración (KZ), las redes de escape de los nazis: Odessa para niveles superiores, y la Compañía para niveles inferiores, sin relación entre ambas, la colaboración del Vaticano, la Cruz Roja de Baviera, los países de destino (Delegación Argentina de Inmigración en Europa (DAIE), los grupos de persecución y asesinato de nazis: Haganah, Nakam, la Brichah (Wiesenthal), colaboración de los servicios secretos británicos y estadounidenses (CIA).
En la novela se dice que el Vaticano comparte con EE.UU. el miedo y aborrecimiento al comunismo, y este hecho prevalece por encima de lo que representaba el nazismo.
La novela me ha parecido muy interesante, hasta el extremo que hay momentos que pierde el hilo de la aventura y pasa a ser historia, aflorando teorías que podrían ser desarrolladas en diferentes itinerarios históricos.
A este autor no lo he leído, no lo conozco. Aunque no suelo leer mucha literatura de este género. Los tres o cuatro libros que he leído sobre el tema, están saturados de falacias, ocultan la verdad, alteran y desfiguran los hechos, dando una interpretación errónea de la historia. Invariablemente hablan de la URSS y EEUU como «participantes en la contienda» ¿participantes? EEUU fue un buitre que se dio un festín con un animal moribundo. La URSS actuaba en legítima defensa ante una agresión. A todos esos autores les diría, por si no lo saben, que como consecuencia de esa… Read more »
Amigo Antonio. La lectura de este libro de Kerr está vinculada con la asignatura de Historia Contemporánea Universal y fue para relacionar tres novelas de la época con la II Guerra Mundial: Unos por otros (Kerr), Nápoles 1944 (diario de N. Lewis) y El Tercer Hombre (Película ambientada en la Viena de 1947). Es una forma de ver la historia a través de contextualizar novelas. Otro día pondré en el blog el comentario de la tres obras. Un abrazo.