Agora de Historia y Opinión

Estás en el Blog de Paco González

Una forma diferente de ver la actualidad política y social.
Un balcón para la Historia.
Un Racó per a Catalunya.

La justicia: ¿colonizada o secuestrada por el poder judicial?

Cuando un teniente fiscal, Luís Navajas, del T Supremo, número dos de la fiscalía, que no es moco de pavo, con 82 dianas para jubilarse, decide denunciar que ha recibido presiones de dos fiscales del TS, (Consuelo Madrigal y Fidel Cadena), compañeros de fatigas que querían influenciarlo, para que no se opusiera a la admisión de 21 querella contra el “gobierno” por la gestión del Covid-19, es que el tan cacareado Estado de Derecho hace aguas y va más retorcido que la letra de un médico. Y es que la “esclavitud a la ideología” no trae nada bueno en la mochila de un jurista, tanto que las declaraciones del denunciante no dejan dudas al respecto:” Yo, con esta tropa no puedo ir a la guerra”, o algo así. Es curioso que habiendo emitido otro informe oponiéndose a otras querellas contra el expresidente Rajoy, nadie le dijo que se había equivocado. La vara justiciera de medir suele cambiar de bando y de medida.

Dos fiscales, “eméritos” del “procés independentista”, que han confundido la velocidad con el tocino. No es lo mismo encarcelar a políticos catalanes con la consigna “A por ellos”, bajo el palio de Marchena, que encauzar al presidente del gobierno y su “equipo”.

La fiscalía, no sólo te lo “afina” sino que llegado el caso te lo “contamina”. Y si se trata del independentismo, palo al mono que es de goma. Como dice Iu Forn, “Si hacen esto con un fiscal de alto rango…”, que no será en la trastienda, con los fiscales que hay en los escalones inferiores. O como señala Elisa Beni: “en este país sólo hablan los que no tienen nada que perder y en el caso de los altos funcionarios, sólo los jubilados”. “Estos fiscales están contaminados ideológicamente, o lo que es lo mismo, que no trabajan por la defensa de la legalidad sino por la defensa que una ideología llegue al poder”. Gracias Elisa Beni, por tu aclaración, pero en Cataluña tenemos demasiados ejemplos de esta contaminación ideológica de la judicatura.

Pero aquí no pasa nada. Pensar que los fiscales son “ilegales” es nombrar la soga en casa del ahorcado. Aunque lo de la contaminación ideológica, es la comidilla de cada día, en toda la judicatura, desde el Tribunal Constitucional hasta los Tribunales Superiores de Justicia de las CC.AA, pasando por el Consejo General del Poder Judicial. Si no, es cuestión de comprobar cómo se eligen y el bloqueo del Partido Popular a la renovación de los miembros que han caducado su mandato desde hace tiempo. Un monopolio del PP en la Sala de lo Penal del TS, la de Marchena, durante 25 años, según Ignacio Escolar, en El Diario.es. donde en 2020 hay 11 jueces conservadores y dos progresistas.

“Todos los vocales del CGPJ los eligen los partidos. Y todos los nombramientos del Supremo y otros ascensos los decide el CGPJ”. Y nosotros llenando las urnas con papeletas que después no llegan a ser portadoras de democracia en las filas del poder judicial. Plazas que llegan a ser vitalicias hasta cumplir los 72 años. Por no hablar de las familias judiciales.

Son los dos partidos mayoritarios los que imponen sus reglas del juego, para mantener el control en los altos tribunales que es donde llegarán los procesos que afectan a los partidos y, a los diputados y a los cargos que viven a la sombra de estos partidos. En resumen, a todos los aforados. Y sobre todo la monarquía.

Por otro lado, Jaume Asens, portavoz de En Comú Podem en el Congreso, nos deja una perla digna de ponerle un marco. Lanza la idea de la colonización de los puestos claves del poder judicial. Cosa que viene de lejos, de cuando Federico Trillo era ministro del PP. Y me parece acertada, aunque, desde mi punto de vista, sería mejor señalar que la “justicia está secuestrada por el poder judicial”. Lo de colonizada es una visión del Minotauro descrito por Jaume Vicens Vives en su obra: “Noticia de Cataluña”. De estar colonizada por la derecha franquista, a seguir en su poder, hay un enfoque diferente. Ya que el espíritu del 78, no cambió nada de procedencia, sino que “afinó y blanqueó” la ideología nacionalsocialista del dictador, haciéndola pasar por el crisol de la Constitución, dándole una apariencia “seudodemocrática” para poder entrar en las instituciones europeas, como algo nuevo, pero sin cambiar nada. Todo “atado y bien atado”. Con una ley de punto final que dejó libre la criminalidad de guerra y más de 140.000 desaparecidos en las cunetas. Ahí tenemos el caso de Martín Villa (exministro franquista y muchas cosas más), procesado por la justicia argentina, por crímenes contra la humanidad por la masacre de Victoria (03/03/1976) y otros casos de violencia criminal, que la justicia española no puede hacer por “impedimento legal” del “punto final”.

Las Leyes Fundamentales del Movimiento se integraron en leyes “democráticas”, manteniendo sus perfiles anteriores, y con ellas las instituciones jurídicas que las hacían cumplir. Entre ellas un Tribunal de Orden Público, represor, transformado en Audiencia Nacional, con lo mismos elementos togados. Y del Tribunal Constitucional, nacido con aire democrático en el 78, se le añadió posteriormente, un poder de sanción no recogido en la norma magna, que usurpa al juez natural reglamentado y bloquea a gobiernos autónomos, con una ligereza dependiente del poder político. Y así nos luce.

Y eso de que la justicia emana del pueblo es un cliché que falsea el escenario, para hacernos creer que nuestro voto tiene un valor democrático y con poder de decisión. Nada más lejos de la realidad. Si miramos que un voto en Barcelona o Madrid o no tiene el mismo valor que uno de Soria o Santander, nuestras reflexiones se pierden por las hemerotecas, y sin salir de la alternancia política y del bipartidismo, lo que nos da una idea de que la democracia va por “barrios”, y el poder continúa como en los siglos XIX y XX, con la salvedad que ahora se llaman políticas de derechas o de izquierdas lo que antes se llamaba conservadores, liberales,  moderados, etc, con la cereza del pastel del absolutismo, representado por la figura real, o monarquía, donde los Borbones se llevan la palma. Sin olvidar el republicanismo, en que la presencia del movimiento obrero siempre ha sido la punta de lanza para derrocar gobiernos, pero no para que el obrero tenga el poder a su alcance. Mientras se conseguían mejoras laborales, su salario siempre era moneda de cambio del patrono.

En cuanto a la legislación de “alta alcurnia”, vive en una nebulosa, que permite que los miembros del CGPJ con el mandato caducado desde hace dos años, viviendo de forma provisional en su parcela de poder, puedan elegir a sus sustitutos amparados por la ambigüedad legal que sus “protectores políticos” mantienen. Y de esta manera, el PP, consigue mantener una mayoría artificial en la judicatura para su propio beneficio. Y así nos lo señala Jaume Asens, cuando dice que la estrategia popular es que la cúpula judicial intente un acto de “golpismo constitucional”.

No es de extrañar que esta cúpula se arrope en un acto de entrega de despachos a los nuevos jueces, en Barcelona para “chalanear” con la monarquía y atacar al gobierno “progresista” por no permitir que el rey asista al acto. Por lo visto Sánchez aprendió del recibimiento cuando celebró el Consejo de ministros en Barcelona el 21D, un año después de unas elecciones forzadas en Cataluña. Y el VI de los Felipes, se salta su posición protocolaria para llamar a Lesmes (presidente del CGPJ), (recordad que fue durante 8 años director general en el gobierno del PP). Y decirle que le hubiera gustado estar en el acto. Una ausencia del rey que ha provocado un encontronazo político entre la cúpula judicial y el gobierno. Y al final nos creeremos que la justicia no está politizada. Aunque lo de decir (Carlos Lesmes) que la presencia del rey en el acto tiene una enorme “dimensión constitucional y política…” es poner en clave de solfa, algo que no dice la Constitución, pero quién se la va a leer para contradecir al “experto”.  Y esto ha pasado con el poder judicial, no quiero pensar lo que ocurriría si el gobierno le impidiera al VI , acudir a un acto del ejército.

Una “fake news” pasa por versículo de la Biblia y todos a genuflexionar.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments

Otros Artículos

0 0 votes
Article Rating