La Fiscalía tiene su propio putiferio
La sesión de control al gobierno (noviembre-2021) en la Casa de los Leones se puso en evidencia que hay palabras que no debían llegar al hemiciclo, porque perturbaban la paz mental de los “meapilas”, y confunden sus “ideales”, si es que tienen alguno. Todo fue a raíz de una palabra: “PUTIFERIO”.
Los “representantes” del vulgo se escandalizaron porque la portavoz de Junts, Miriam. Nogueras, utilizó la palabra “Putiferio”, para definir lo que se vivía aquellos días, en relación a la detención y puesta en libertad del MHP 130, Carles Puigdemont, en L’Alguer (Alghero-Cerdeña-Italia):
“El Poder Judicial español, las instituciones judiciales policiales españolas que abanderan al fascismo, el Deep State español les está echando un pulso a ustedes, señor Sánchez. Ellos son los que deciden qué pasa y cómo en España, no deciden ustedes. Lo que hemos visto estos días es en boca de periodistas italianos y periodistas españoles, un PUTIFERIO.
La realidad supera la ficción, y por aquellas fechas de noviembre de 2021, escribí varios artículos relacionados con el Putiferio nacional: “El Putiferio escandaliza en el Congreso”, “El Putiferio Catalán también existe”, La Constitución es el mayor Putiferio del Reino”, COP26; Conferencia Internacional, pero Putiferio sin remedio” y ”Nos darán las doce y el Putiferio continúa”. Así y todo, siempre queda algún Putiferio en el tintero y el de la “Fiscalía” no podía ser menos. Llevaba tiempo pidiéndolo a gritos y, llegado el momento, no me he podido resistir.
Para evitar confusiones con el significado de Putiferio, aquí dejo lo que dice el diccionario de la RAE, que sabe mucho de estas palabras, y no hace uso de lo inclusivo, como “putiferia”, para no encabronar más el vocablo, le da varios significados: a) coloq. Puterío, o, b) Situación caótica, que carece de orden y que no hay quien los arregle.
Que uno u otro tome una definición depende de que su mente calenturienta le dé un chispazo y lo ilumine y no sepa si está en un puterío (puticlub) o en un desmadre caótico.
Hace poco, un tal “Isidoro”, en forma de jarrón chino llamó a la sociedad “a reaccionar” contra la Amnistía, porque, según él, es un “despiadado e irracional ataque a la Constitución”. Al tiempo que un tal Aznar, en el lado contrario, o no, el de los pies sobre la mesa en aquella foto de las Azores, mintiendo descaradamente sobre la presencia de armas de destrucción masiva en Irak, y del atentado del 11M en Atocha (Madrid), es el mismo que ha dado la orden de salida a toda la derecha de una esquina y de otra: “El que pueda hablar, que hable, el que pueda hacer, que haga, el que pueda aportar, que aporte, el que se pueda mover, que se mueva”. Por tierra, mar y aire. Y ahí los tenemos, jueces y policías escoltados por la prensa de la caverna y a cuyo frente está el trio de la bencina. Una llamada al pronunciamiento nacional. Pero los ojeadores de la “Fiscalía” han permanecido missing, porque, o no saben, no contestan, o la voz de su amo no le han puesto al loro.
Pero esto no será delito, ya que los que “afinan”, ni se mueven. Son los mismos que, escondidos entre “puñetas” como parte de la élite de los togados, aquellos que “afinaban” a toque de silbato de un tal Fernández Díaz, ex ministro de Interior, el que le soplaba al oído, un ángel llamado Marcelo, como tenía que aparcar. Pues eso. Así era la conversación, con otro topo escondido en la Oficina Antifraude de Cataluña (un tal De Alfonso): –Esto la Fiscalía te lo afina, hacemos una gestión. … Eso sí, los funcionarios de turno, el periodista gacetillero que está siempre por ahí, el amigo fiscal… – Les hemos dado en todos los morros con Bagó, les hemos destrozado el sistema sanitario (se refería a Cataluña), les hemos acusado, estamos jorobándoles el CTT…” (esto era en junio de 2016).
Todo esto es aparte, de lo dicho por un tal Cosidó, portavoz del PP en el Senado: “Controlaremos la Sala segunda (del Tribunal Supremo) desde detrás”, cuando eligieron a un tal Marchena, en el reparto del CGPJ, presidente de dicho TS, el que juzgó a los del Procés (en noviembre de 2018). En un caso la Fiscalía es utilizada por el PP para sus fines de derribar al contrario político, y en el segundo caso, la fiscalía no interviene porque el “amo” es el “afectado” de manipular la judicatura. Y no escalo más arriba, porque, es posible que, la cúpula del gobierno de aquellos tiempos, donde medraba un tal MpuntoRajoy, no se enterara de la misa la mitad, o sí.
Pero hete aquí, que una propuesta de Amnistía para los afectados por el procés, pusiera todo patas arriba, desde los aledaños de la FAES hasta las tripas del Deep State, pasando por el patriotismo de la “unagrandeylibre” hasta las mismísimas mazmorras de la Zarzuela, donde el Nipio VI, se las ve y se las desea para poner orden en su alcoba y su cocina, algo difícil si, como dicen, no duerme en casa. Pero esto es harina de otro costal que tenemos que pagar los súbditos.
Como decía, lo de la Amnistía, también ha sacudido las togas fiscales y les ha trastornado sus oscuras vestiduras. Y los reclamos no se han hecho esperar. Ya lo predijo hace tiempo, nuestro estimado Manuel Vázquez Montalbán, en boca de su detective Pepe Carvalho: “La vida es como la escalera de un gallinero, corta y llena de mierda.” Aunque, hay quien señala a Juan Madrid en una de sus novelas de Tony Romano. De cualquier manera, sea quien sea el autor, viene que ni pintada. Los de arriba se van cagando en los de abajo y al final la mierda nos llega al cuello.
Y, no es cierto, presidente Sánchez, la Fiscalía no depende de ti, por mucho que lo fanfarronees. La Fiscalía, “va a su aire”, en perfecto contubernio con las piezas de la judicatura que están al lado del conservadurismo, los que heredaron lo de “Atado y bien atado”, y que permanecen en la parte oscura del Estado, esa que no le puedes hincar el diente porque es un hueso duro de roer.
Mientras que, el fiscal del Supremo, Álvaro Redondo, había rechazado los argumentos del juez García-Castellón, cambiando el primer borrador, en 72 horas, y rechazando cinco indicios de terrorismo contra el 130 President de la Generalitart, en consonancia con la postura del fiscal de la Audiencia Nacional 6, la del juez, Miguel Ángel Carballo, que se oponía a trasladar el caso de Tsunami al Tribunal Supremo, porque no había indicios de terrorismo, y que se debería investigar como desórdenes públicos agravados, la Junta de Fiscales de lo Penal del TS, ahí los tienes, acorralando a tu fiscal general, en cónclave, bajo el paraguas del “sheriff” Marchena, para imputar, si o si, a Puigdemont, de terrorismo, por el caso Tsunami Democràtic y que la Amnistía te haga saltar por los aires.
Que un fiscal del TS (el del procés, el tal Fidel Cadena) que intentó cargarle el mochuelo de rebelión a los procesados, haga de topo y filtre el borrador primario del informe, para torpedear tu proyecto de Ley de Amnistía, dice mucho a favor de la intoxicación que sufre esa institución. Y no me refiero a los más de 2.700 fiscales que intentan trabajar con dignidad, sino a los se codean con la cúpula de la judicatura que, bajo un CGPJ caducado y desvergonzado, incapaz de dimitir. Hacen que la línea de separación de poderes sea una entelequia, para vergüenza de Montesquieu. Y que la Junta de Fiscales de Penal (del TS), presidida por el tal Fidel y dominada por la conservadora Asociación de Fiscales, la cual ha tomado partido contra la citada Ley, se ha rebelado contra el criterio del “jefe”, el fiscal general del Estado, avalando las decisiones del aludido juez, de la que forma parte dicho topo, junto a sus colegas del juicio del procés, deja mucho que desear.
Así que, si Sánchez dice que la Fiscalía depende de él, Pues vale. Que es jerárquica, pues vale. Que la decisión de los fiscales del Supremo no es vinculante para la posición del ministerio Público sobre Tsunami, pues vale. Y que la número dos del Fiscal General será la que, en definitiva, haga el informe definitivo sobre la imputación de terrorismo, pues vale. Pero ¡Ojo! que será Marchena el que tenga la última palabra, y será su decisión la que prime. Creo que te están toreando.
Pero a mí no se me quita de la cabeza de que la Fiscalía es un Putiferio, por mucha cera democrática que se le dispense.