Después de que el ex gobierno del PP, o lo que parecía serlo, declarara en el juicio del procés, que todo lo habían visto por la tele; llega la tropa con la camisa nueva: Nieto, Pérez de los Cobos, Millo, la secretaria judicial ( a esta como no le pusieron un helicóptero a puesto verde al independentismo por impedirle comer pizza, que le apetecía), Trapote, Gozalo, todos ellos en su afán de demostrar la rebelión, la sedición y la madre que parió al Cha, cha, cha, y que las cargas policiales ya no son lo que eran. Que no hubo cargas. Por lo menos lo que conocemos como carga policial. Que era “ocupación de la fuerza”. O una puesta en escena. Mientras a Sergio Ramos le sacan amarillas por sus cargas.
Llegado a este punto, mis papeles se van con los de Mpuntorajoy cuando dejó la Moncloa, a la destructora y los discos duros mojados en lágrimas. Vamos, que Sánchez se encontró todo más limpio que una patena, salvo el colchón donde, a pesar de no encontrar ningún sobre perdido lo cambió por otro sin usar.
Y en esas estoy después de oír las respuestas de los testigos “afines” o “afinados” por la fiscalía, o puede ser que el propio Tribunal meta la cuchara al puchero, porque Marchena está, además de que se sale por el cuello de la toga, totalmente entregado a la “causa” de condenar por encima de todo, y que la rebaja llegará para Navidad, sin permitir que se visione ningún vídeo, no vaya a ser que se le joda la “protección” de su previsible sentencia. Y sacando el “hacha” cortante para los abogados de las defensas, y contra la abogada del estado Seoane, abogada del estado, que no entiendo por qué le da tanta caña si es una de las suyas, para que no alarguen los interrogatorios, que hay prisa para ajusticiar los justiciables, y si el tiempo lo permite, llegar a punto a las elecciones y que los acusados tengan las penitencias que se merecen.
Por lo pronto, El Jueves ya ha publicado, que el CGPJ, por “fallo informático” ha publicado, durante 5 minutos, “el fallo de la sentencia”. El humor que no falte.
Las cargas de los años 70, eso sí que eran cargas, estas no llegaron ni a collejas. A pesar de la actitud de resistencia de los concentrados, “resistencia organizada” dijo Zoido, u “obstinada resistencia pasiva de los ciudadanos” (Trapote), que eso de sentarse en el suelo y agarrarse del brazo era “muy peligroso” porque formaban “murallas humanas” y cantaban canciones revolucionarias, como la de “la gallineta”, o “fora les forçes d’ocupació” y lo de “Volem votar” ya era de traca, por no hablar del “defendamos las urnas” que según Gozalo (general de la GC, que no es moco de pavo) es un “lenguaje prebélico”. Frases “incendiarias” que provocaban a los “agentes” y les ponía las venas del cuello como cuerdas de guitarra. También hemos sabido que los encontronazos entre los “robocops”, mal llamados “piolines” y los ciudadanos que estaban alrededor de los colegios causó entre los uniformados, unos 140 heridos, no, 93, no 65, no 55, … vete tú a saber, qué más da, ninguno fue ingresado en hospital, nadie se dio de baja por amor al trabajo, aunque se vio un chaleco roto por detrás. Es que las vallas de los colegios tienen unos alambres muy cabrones.
Diego Pérez de los Cobos, hermano de F. Pérez de los Cobos, el que fuera presidente del TC que en el año 2015 se dictó la sentencia que pasó por encima del Estatut de Cataluña. Un voluntario del golpe del 23F presentándose con camisa nueva bordada en rojo ayer, de falangista y se ofreciera en el cuartel de Yecla para lo que hiciera falta, candidato por Murcia de Fuerza Nueva, imputado por torturas y absuelto, aunque a tres de sus compañeros de fatigas le endosaran 12 años. Este es el currículo del personaje, se le nombró coordinador del operativo policial del 1-O. Que desconoce si los agentes usaron gas pimienta, o golpearan con las porras o las manos en la parte superior del cuerpo, incluida la cabeza. Lo del gas pimienta, tabasco o guindilla es muy peligroso, sobre todo si se aprieta el spray con el pulverizador hacia atrás, te pone los ojos como los perros con moquillo. Bueno, que sí, que llevan un spray en el bolso por si les quieren asustar en medio de la noche.
Un coordinador al que no llegaban detalles de las actuaciones y fue incapaz de responder a cuestiones concretas sobre los métodos utilizados. Tampoco sabía si había ciudadanos que portasen palos u otro tipo de material, aunque si sabía que los agentes se enfrentaron con “manifestantes que ejercían una resistencia pasiva organizada”. Que no sabía por qué las imágenes de las cargas registradas por las cámaras que llevaban en el casco la policía no se adjuntaron en los informes.
Pero si tenía muy claro, entre ceja y ceja, que tenía cuentas que ajustar con Trapero al que lanzó sus misiles acusatorios dirigidos a culpar de conspiración a los Mossos. Unos seguían las instrucciones de la fiscalía, Trapero la de la jueza, de impedir el referéndum “sin afectar la natural convivencia ciudadana”. Y la interpretación de la convivencia ciudadana es la que no encaja en la mentalidad del coordinador y sus cuerpos de robocops. Lo que si parecía parte de una obra de Kafka es comprobar las acusaciones espionaje de unos a otros. Y también ha quedado claro que éste llevaba un plan “B” de dejar de fuera del juego a los Mossos y hacer su guerra particular y que a las 7:00 de la mañana lo puso en práctica. La paciencia no es su fuerte.
Pensando y pensando, que ya es demasiado para mí, y para la neurona que se me vuelve histérica. Viendo el panorama de testigos políticos y lacayos operativos, cuyas mentiras saltan la tapia del Tribunal Supremo, rebotando en la señal del crucifijo quitado de la pared, ¡Si lo juro!, lo de decir la verdad. Y eso que las pruebas siguen sin salir a la luz. Me surge la pregunta tonta del día
¿No estarán fabulando para que los delitos de rebelión, sedición y malversación que se van por el desagüe se transformen en otra especie de delito que se agarre a la premeditación o contubernio para desembocar en una rebelión más atenuada?
Queda mejor sujeta por las pinzas de la ropa, y entre aclarado y aclarado pasará el tiempo que es lo que interesa. Unos políticos inhabilitados para presentarse a las elecciones, unos indepes descabezados temporalmente, y el que venga detrás que arree.
Ahí lo dejo. Hasta el próximo post que hablaré de Millo el mayordomo que quiso ser virrey por una noche.