Manifestación contra el terrorismo en Barcelona
Esta tarde he participado en la manifestación contra el terrorismo en Barcelona. Según la Guardia Urbana, había alrededor de medio
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En cualquier caso, no toda la policía y guardia civil, son manzanas podridas. La mayoría cumple con los estándares propios de sus funciones, e incluso se extralimitan y ponen en peligro sus vidas para proteger a ciudadanos y propiedades. Incluso, yo mismo pude ser uno más, si no hubiera encontrado empleo fijo en una empresa, cuando ya tenía cerca una plaza de policía. Me refiero a los otros elementos, para los que la democracia les viene grande y siguen agarrados a “principios” descatalogados en lo que llamamos período de “Transición”. Solamente a esos, que miran hacia otro lado cuanto incurren en acciones ilegales e injustas, a esos que se consideran por encima del bien, del mal y de la ley, me refiero en este artículo.
Entrando en las oscuras cloacas de la policía, nos encontramos, al levantar la tapa, que hay una “policía patriótica” que acompaña al “establishment” como lacayo, sin librea, para que el carruaje político-judicial que tiene las riendas, no se salga de las rodadas, lo de la democracia no tiene nada que ver con ellos. Son de piñón fijo en aquello de la “unagrandeylibre”. Otras veces hacen de “mamporreros” para que el delito encaje con el informe, o al revés, y que el juez correspondiente tenga su sentencia dentro de unos parámetros seudodemocráticos, aunque se tenga que inventar pruebas falsas para cumplir los objetivos mandados por el político de turno.
Y si a eso le añades que es la propia policía la que hace de juez y parte, apaga la luz y vámonos. Porque lo de poner en manos policiales la “presunción de veracidad”, como si fuesen notarios, deja la presunción de inocencia a los pies de los “caballos”. El atestado policial es algo más que una simple denuncia.
Los que lucimos canas y años en la mochila, recordamos aquella policía llamada de lo “social”, que cuando te pedía “la papela”, date por contento si no hablabas y sacabas la documentación, porque preguntar que era aquello llevaba consigo una bofetada de las de aúpa. O aquella del pañolito amarillo en el cuello, venían a Barcelona por lo de las manifestaciones del 75 y 76, pero repartían “leña” a diestro y siniestro y, cuando salían de las “lecheras” parecía que les abrían la puerta del toril. Tiempo más tarde, me enteré que, muchos de ellos, se metían “farina” y así les iba. De la guardia civil, mejor ni hablar, en los pueblos eran los reyes del mambo, y ni el cine pagaban, ni ellos ni su familia, y si había alguno de la División Azul, tenían barra libre, y mala leche para parar un tren. Y pobre del cazador “furtivo” que pillaban con el saco lleno de presas: pájaros, zorzales o conejos, perdían la “caza”, eso si no se iban “calientes” para su casa. Y hablo de mediados de los 60-70 antes de irse el dictador. Y de aquellas “fuerzas policiales” estos lodos. Demasiados “Billy el Niño” sembraron las comisarías de torturas. Por no hablar, lo que después se conoció como los GAL, que gracias a la ley de “Secretos Oficiales” de 1968, y que se piensa perpetuar con el proyecto de ley que el PSOE está llevando a cabo. 50 años de silencio y con posibilidad de alargarlo indefinidamente. Y la “Ley de la patada en la puerta” de un tal Corcuera (PSOE), o la “Ley mordaza” (PP) que no hay forma de darle un retoque, porque sin ellas la policía entraría por la puerta de la democracia, cosa que parece ser va para largo.
La cosa viene de lejos, cuando se fusionó la política represiva de UCD con la llegada del PSOE a la primera fila de la política franquista del momento. Una transición política que no depuró responsabilidades a los cuadros de mandos de la dictadura que pasaron directamente sin depurar al “nuevo modelo democrático” y siguieron ejerciendo con los mismos ”vicios” que siempre habían tenido, como era una cultura del abuso policial aprendida de aquellas Compañías de Reserva General que reprimieron la contestación social de la huelgas obreras y estudiantiles bajo un régimen fascista. Además, los nuevos poderes políticos se empeñaron en combatir la violencia, con violencia y grupos paramilitares. No hubo “Transición” real, sino un blanqueo del sistema anterior. Y el mejor ejemplo, lo tenemos en los Planes de Zonas Especiales, según detallo a continuación:
Era el Plan Zona Especial Norte (Plan ZEN), creado en 1983, bajo la dirección de Barrionuevo (PSOE), para afrontar la política antiterrorista en Euskadi y Navarra y, de camino, desarticular el movimiento independentista. Denominada “Plantilla Vasca”, una fórmula “magistral” para luchar contra ETA y su entorno, desactivando el mundo “abertzale”. Con presupuesto ilimitado. Años después hubo una coincidencia, cuando el ministro Zoido utilizó la misma argumentación que se usó en el País Vasco, en la “Operación Copérnico”. 87M para movilizar a 6.000 agentes de la policía nacional y de la guardia civil el 1-O a Cataluña en 2017. Y esto puso en aviso a navegantes de que las coincidencias no forman parte del ministerio de la cosa oscura. No olvidemos que de aquí salieron los GAL, y sus torturas y asesinatos, desde una institución pública, por la que condenaron de Barrionuevo y a Vera, por impulsar el terrorismo de estado, a varios años de prisión, aunque después fueron indultados. Aún no “sabemos” quién fue el X de los GAL
Este Plan ZEN, con el tiempo, se ha redefinido como Plan Especial Cataluña (ZEC), preparado para las manifestaciones de 2006, el año de los recortes del Estatut y de la Sentencia del TC en 2010. En el juicio del procés salió a relucir que, desde 2015 había equipos de información (de la GC) trabajando para darle consistencia. Mientras que, en el Plan Vasco, uno de los puntos clave era:
En Cataluña, en cambio, no se pierde el tiempo en formación, ni en paparruchas. Les dan la consigna de “A por ellos”, los meten en un barco de Piolín, los visten de “robocop”, les colocan un GPS en el “patrol”, les dan las pastillas de inmunidad y a buscar urnas o “terroristas”, lo mismo da, lo que importa es meter miedo y “descabezar” las organizaciones que mueven a la población independentista.
Y así se llega al 1-O del 2017, con 1066 heridos entre los votantes, que van desarmados, en tanto que la policía va pertrechada de protección, escudo y porras, por no hablar de las armas que portan. Aunque su verdadera protección, está relacionado con las denuncias contra ellos. Sin olvidar el arma más peligrosa de los CDR y resto de manifestantes, según el delegado del Gobierno, Enric Millo, el famoso detergente utilizado contra las cargas policiales, el Fairy A ese nivel de imputación de “terrorismo” se llegó desde las “autoridades” virreinas.
En la actualidad, en Cataluña, han perfeccionado la técnica de protegerse hasta conseguir que la magia sea una fiel colaboradora de sus atestados. Es ponerse barro antes de que pique el tabarro. O lo que es lo mismo detener y denunciar antes que el golpeado presente denuncia. En cuanto a los atestados, suelen tener irregularidades que no superarían ningún control de calidad, ya que además de las pertenencias del detenido, cuando llegan ante el juez se encuentran que en los atestados hay “añadidos irregulares” apareciendo bolas de billar y piezas de hierro que ninguno había visto antes, y en un caso concreto unas esposas grandes envueltas en un trapo (caso de Eric-norteamericano, viviendo en desde hace 14 años en Cataluña, amenazado de expulsión por reclamar la devolución de una “estelada” que llevaba en el bolsillo) como por arte de magia, pruebas calcadas en otros atestados. Aquí comienza a aparecer los conflictos sistémicos dentro de los cuerpos de “seguridad”.
Para velar que la violencia policial no salpique demasiado hacia arriba. Hay excesivos empeños oficiales del gobierno español, la fiscalía, los jueces del TS implicados en los procesos del 1-O, los informes policiales y sus medios satélites para ocultar, manipular y tergiversar los resultados de la violencia policial durante el Referéndum, que no tuvo lugar, según MpuntoRajoy, con el fin de tapar las vergüenzas propias y ajenas de aquellos partidos que han hecho mutis, que han hecho bandera de información falsa, o que han apoyado las versiones acusadoras, quedan fuera de juego y demuestra que los acusados, que pronto se sentaron en el banquillo después de casi año y medio en prisión preventiva, me refiero a los presos políticos y también a los políticos en el exilio, no ejercieron la violencia de que se les acusa. Un informe exhaustivo sobre los heridos deja por los suelos el intento manipulador institucional y otras marrullerías. No se puede negar que la violencia policial fue desproporcionada, más allá de cualquier razonamiento. Teniendo en cuenta que la intención era la de impedir las votaciones del referéndum, al precio que fuera.
El propio comisario Ortega, antiguo jefe de la Policía Nacional en Cataluña, que no es un mindundi cualquiera, sino que tiene pedigrí en esto de ser policía, les acusa de organización criminal, revelación de secretos o prevaricación, para ir entrando en materia de lo que destila esta “pandilla” de facinerosos, formada por la Cospe, el “miserable” del ángel Carmelo y la rata de las cloacas más pestilentes que ha dado el sistema, un tal Villarejo, contra los cuales ha presentado denuncia, por haber sido víctima de la “policía patriótica” acusándolo de “independentista”. Ni de los suyos se fían.
Otro ejemplo lo podemos ver en un diario de Girona, en enero de 2019: “Entonces llega la “policía”, la del CNP, y detiene: dos alcaldes, un fotoperiodista y 13 personas, porque así se lo pide el cuerpo, en nombre de una investigación que ha sido archivada por el juez, sobre el corte de las vías del AVE en Girona. Esto es un estado policial paralelo, o es el brazo largo de las cloacas del estado, que campea como le da la gana en un estado “democrático”. Algo así como lo de la patada en la puerta.
O el del “caso Riba”. Una baliza de seguimiento en los bajos del coche. Una denuncia en la comisaría de los Mossos d’Esquadra. Y tirando del hilo, los agentes catalanes descubren que detrás hay un subinspector de la PNacional con residencia en Madrid, que viene a Barcelona, con pasaporte austriaco falso, para comprar un geolocalizador muy complejo y colocarlo en el “objetivo” secesionista y, hacer un seguimiento sin autorización judicial. Algún intento de archivo del caso, para tapar la basura. Conclusión fácil: “El espía que vino del frío, era policía”. Que no negó los hechos ante un juez. ¿Para qué? Si no le iba a pasar nada. Un truco de la policía patriótica para perseguir la disidencia independentista sin que los jueces se mojen. Eso lo harán después, si pillan alguno con el carrito del helado. El caso continúa abierto. Pues eso, junto a 47, o más.
Un informe, un “picoleto” y un ministro (antes fue juez) se enredan en un baile de vueltas capaz de marear la perdiz de la derecha y de la izquierda intentando defender lo indefendible, la “honradez” de un cuerpo policial-civil-militar, cuando sus propios miembros dejan de ser honrados una vez, y otra, y otra, como si el 23F se quedara en “aguas de borrajas” y no hubiera existido un Tejero con tricornio. O cuando un director de los “picoletos” vestido de cura se fue a disfrutar la hucha de los huérfanos del cuerpo de la capa verde por esos mundos de desenfreno, después de salir en “Interviú” con el traje de las juergas y la jeta de un sinvergüenza. Así que cuando se hable de “honradez” levantemos antes las alfombras, por si alguien esconde la basura bajo su protector manto.
No puedo dejar atrás, la otra parte de las fuerzas armadas que en los últimos tiempos están dejando por los suelos, esa “democracia” que tanto defiende la CE del 78 y de la que ellos son garantes. Estoy señalando al “ejército” que aun montan guardia, en las salas de banderas, al “aguilucho franquista” y que esperan a llegar a la reserva para aflorar sus instintos de la “unagrandeylibre”.
Los “Espadones” vuelven a hacer ruido con sus herrumbrosos sables. No es posible olvidar que sus raíces caudillistas forman parte de su adoctrinamiento bélico y les hace impermeables a cualquier forma democrática: ““… tenemos que convencernos de una puta vez que nuestra sangre no admite la democracia…”, dijo uno de ellos en un chat de Whatsapp, recientemente. Lo suyo es llenarse la pechera de chatarra a cuenta de sus “guerras” y de los muertos. Así que cuando llegó el Golpe de Estado del 36 (lo de Alzamiento fue un eufemismo para blanquear su ataque a la democracia de una República). Eso en un Chat de Whatsapp no alertó a la fiscalía, ni a la policía patriótica, o guardia civil bajo el mando de un tal Tácito, al que el propio Farsánchez, consideró: “marginal el chat de los militares”. Cosa que no ocurrió con un mensaje privado de Tamara Carrasco, extraído, de su móvil de forma dudosa. Fue detenida en abril de 2018 por la GC en una causa de terrorismo, rebelión y sedición, acusada de terrorismo por alertas de cortes en las carreteras, en grupos de Whatsapp. Durante un año no podía salir de su localidad, confinada por orden judicial, tuvo petición de prisión, pero el juez ordinario la absolvió. El juez consideró “poco serio” que en una investigación “por delitos tan graves como terrorismo, rebelión y sedición”, la Guardia Civil no indique “la fuente por la cual se ha obtenido el mensaje” que es la base de la acusación. Un mensaje que da “consignas” para incitar a cometer o refuerce la acción de otros”. Recurso tras recurso de la fiscalía, el caso llegó al Tribunal Supremo, que confirmaron la primera sentencia, absolución. Entre los jueces que votaron en contra están: Marchena y Llarena. Ya se supone el interés de que los casos de independentismo lleguen al TS. En cambio, el mensaje del grupo de Whatsapp de los espadones implicados “no representa peligro alguno” y la fiscalía no “afina” nada. Lanzar proclamas franquistas, o amenazar de muerte,: “No queda más remedio que empezar a fusilar a 26 millones de hijoputas”. Eso es lenguaje coloquial
También, a primeros de diciembre 2021, 73 excomandantes del Ejército de tierra, pensionistas, envían una carta al VI de los Felipes, como capitán general de todos los ejércitos, al igual que su padre, y al igual que su “padrino”, el dictador. Que por eso tenemos una Constitución (espíritu del 78) vigilada por las armas, para que no se descarríe. Como decía, una carta en la que tildaba al gobierno español de “socialcomunista avalado por filoetarras e independentistas”. Así, a la brava, todo mezclado, que eso de lo políticamente correcto no va con ellos, que para eso están, como su “jefe”, por encima del mal y del bien.
Y según resultados, después del tiempo transcurrido, aquí no pasa nada, lo que ocurre en cuarteles se queda en cuarteles.
Esta tarde he participado en la manifestación contra el terrorismo en Barcelona. Según la Guardia Urbana, había alrededor de medio
Esto, cada día, se parece más a la guerra de Gila. Mi general, nos han enviado los cañones sin agujeros
La verdad es que no sé dónde hay más trampa, si en los indultos o en la mesa del “Diálogo”, o en que el gobierno “progresista”, siga “erre que erre” en mantenerse dentro del “todoporlapatria” y el “Aporellos” a rebufo del 155, elaborado por el gobierno de la gaviota, con el beneplácito, conformidad y visto bueno de los seguidores de una “política de izquierdas”, o eso parecen. Porque, se mire como se mire, “Farsánchez” tiene el mango del sartén bien agarrado y no lo suelta, aunque se queme.