La viñeta de Malagón, publicada en Ctxt, pone un dedo en el interés del P$OE para que veamos sólo su imagen de la izquierda, y por el otro, la lupa señala su deriva su deriva contraria. Dos formas de mirar, y dos formas de ver la teoría y la realidad.
Es como entrar en el contexto del debate sobre la democracia y los reflejos que vemos de ella si jugamos al debate teórico de la misma.
Y es que desde la democracia griega ha llovido demasiado para intentar buscar sus raíces entre Atenas y Esparta, donde dicen que nació y pasó la adolescencia, pero con el tiempo fue “madurando” de forma torcida a causa de las limitaciones de clase que cimentaban la explotación de las clases inferiores, pervirtiendo el concepto y difuminándolo en un sistema que la sociedad moderna lo ha adoptado como la panacea de un sistema social y político, siempre y cuando se adoptaran las reglas del juego que el sistema del momento decida.
Comparar una democracia republicana con una democracia de monarquía parlamentaria, es como pretender meter un camello por el ojo de una aguja, o algo así. No cuela. Una monarquía, por mucho que la disfraces, sigue teniendo una persona, y su camarilla familiar, en una burbuja, donde la igualdad desaparece y hay desequilibrio social.
No es lo mismo súbdito que ciudadano, lo pintes como lo pintes. Es la deformación que mostraba la democracia griega, aunque en ella se dieron apuntes para llegar a una democracia real, sin teorizantes que bifurcara su camino.
Pero cuando la democracia entra en el terreno teórico, la imagen se distorsiona y las argumentaciones se orientan hacia el razonamiento del teórico de turno y empezamos a darle un sentido utópico, hablando del sexo de los ángeles, en lugar darle el sentido real que debería tener.
Lo cual, no quiere decir que de los primeros ensayos y prácticas no se hubiera evolucionado lo suficiente para dejar atrás la realidad y entrar en la teoría intentando arrimar el ascua a su sardina en todos los sistemas políticos, desde la tiranía, las dictaduras, las monarquías (aquí se vive a remolque, o entre dos aguas de la dictadura franquista y la seudodemocracia europea), e incluso en los sistema parlamentarios actuales que lucen la medalla de la democracia en la pechera, pero esta hace aguas en su implantación.
Comento dos términos sobre la democracia que terminan debatiéndose en teorías para despejar incógnitas:
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Los “teóricos de la participación” son aquellos que opinan que el pueblo debe tener mayor participación en los asuntos públicos y de ciudadanía, y así lo creemos desde el momento que nos machacan los oídos con la cantinela de esto es un país democrático. Es el señuelo que nos ponen delante para creer que tenemos una democracia, porque queremos participar y ser ciudadanos de primera. Así debería ser, pero…
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En cambio los “teóricos elitistas” son el signo opuesto. Para ellos la participación ciudadana debe limitarse a elegir a los líderes. Un solo acto democrático consistente en depositar una papeleta en una urna, y ahí acaba nuestra participación ciudadana en democracia. Es la que están llevando a cabo, los gobiernos bajo la tutela del Jefe del Estado coronado e irresponsable. Esta teoría forma parte del sistema liberal pero pasa desapercibido por el continuo goteo subliminal de que estamos en una democracia participativa. Se práctica mucho en las ejecutivas de los partidos después se lleva a la calle.
Podría poner lo de la teoría radical de la democracia, pero llegaríamos a la conclusión de que tanta teoría desborda la realidad. Así que me voy a quedar con la “elitista” que está destapando la olla liberal del P$OE y confirmando que las puertas giratorias es una estrategia del propio sistema capitalista para tener a políticos controlados y aprovechados por sus tráficos de influencias, mientras, siguen de un lado y de otro, teorizando sobre quién es más demócrata, y quien es menos y, entre tanto, ellos hacen su agosto a cuenta del personal que cree que lo de votar es un acto donde acaba su responsabilidad ciudadana.
Si mal no recuerdo, en el Congreso de Suresnes, allá por el año 1974, salieron 11 puntos, de los cuales señalo el primero y el último:
Ya sé que esto queda lejos, que el régimen del 78 les afinó la ideología, y que cuando Willy Brandt les retiró el biberón se tuvieron que echar en brazos de la banca, pasar por el filtro de la Constitución y genuflexionar las rodillas ante el “emérito” recién coronado por el dictador, para recibir el espaldarazo de vasallo. Así que, de socialistas, pasaron a socialdemócratas y, de ahí al liberalismo todo fue un paso, aunque había de mantener los de “Somos de izquierda” sin lupa, porque el tufillo del poder les atraía tanto que las corruptelas fueron cambiando de manos, de partidos, de empresarios, de fiscales, de jueces, cloacas del ministerio misterioso, y otras instituciones cuyas cúpulas son dignas de una etapa anterior. Recordemos, como ejemplo, el Tribunal de Orden Público, el famoso TOP de la represión policial y política del franquismo, cambió al sistema “democrático” con un simple cambio de nombre: Audiencia Nacional, sin pasar por la criba de la democracia, con los mismos archivos, togas y parafernalia como si el tiempo no pasara por él.
Y entrando en materia del presente post, antepongo, por lo oportuna que es, la manifestación de Bernat Dedéu en su art. del Nacional, el 15/09/2019 titulado: “Esto de Eva Granados”. Pone en solfa un pensamiento teórico elitista, en la “esencia de un partido de ”izquierdas” que muestra su faz más liberal a través de un Twitter que parece escapado como una ventosidad:
– “…que la izquierda catalana siempre ha ostentado la primacía de lo ético en política, lo cual, pasado por la traductora, implica que sólo ellos saben lo que es bueno para el pueblo”. Y más: “Cuando se habla de cosas importantes como la autodeterminación siempre es más sencillo conversar con un militante de la derecha española porque, al fin y al cabo, para los conservadores peninsulares cualquier idea política —por patriótica que sea, así la indivisibilidad papal del estado— siempre será, al límite, un objeto de transacción monetaria al que uno puede dar precio”.
Y aquí viene lo de Eva Granados (PSC), intentando salvaguardar la cara de sus jefes, afilando la lengua contra el independentismo, pero se le ha ido la pinza con el comentario que se le ha revuelto rabioso y se le ha quedado pequeño el saco de guardar las puyas del Twitter, olvidando que este lo carga el diablo:
#11sCatRàdio http://catradio.cat/directe
Pues si no es la ciudadanía ¿quién no puede dirimir una cuestión tan importante?, como es la autodeterminación, recogida en el Derecho Internacional, ¿Para qué está el ciudadano?
Como contesta el MHP Puigdemont: “¿Quién lo decide?: ¿el Rey? ¿La Vanguardia? ¿La Caixa? ¿Endesa?… Las cosas importantes, en democracia, las habrían de decidir los ciudadanos. En democracia, claro.
Pero como no ha quedado satisfecha con su eructo, ella insiste con el dardo envenenado:
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“Lo dije claro, la solución ha de venir de los políticos y no vía referéndum…” Que ante unos ciudadanos que no saben encontrar soluciones, para eso están los políticos y no con un referéndum, como se ha visto en el Brexit, consolida división y no soluciona nada.
Y siguen sin tomar nota del Brexit. No aprenden nada de la política internacional, se encierra en su caparazón y erre que erre, o chifla, chifla, que como no te apartes tú… Y estos son los políticos que acusan a los demás de no permitir su investidura. Habría que correrlos a gorrazos, si hubiera elecciones otra vez.
Y siguiendo el art. de Dedéu: “¿La autodeterminación? ¿Mande? ¡Cómo querrá, señora María, que esto lo dejemos en sus manos! Usted limítese a venir a la fiesta de la rosa, que de los temas serios ya se ocupa el politburó. Parece mentira que, con más de treinta años de PSC a las espaldas, todavía debamos explicarlo.
Que le den puñetazos a la CE del 78, ya que ni siquiera han leído lo que dice su art. 92.1: “las decisiones políticas de especial Trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos”. Pues vale
Será por eso que el Círculo de empresarios prefiere unas elecciones, a que Unidas Podemos esté en el gobierno. Lo ideal, para este círculo, es un gobierno PSOE, PP, C’s. Y la CEOE apoya el programa de Sánchez.
Ya lo dijo Susan Georges:”El PSOE es neoliberal, no de izquierdas. Yo tampoco habría pactado con ellos”.
A ver, Pablo, ¿como te lo diría para que mandaras a Pedro a “la quinta forca” sin parecer políticamente incorrecto?, y mantén la dignidad delegada de tus votantes. No seas un Pedro cualquiera. Si hay que ir a elecciones, se va. El responsable es el que no quiere gobernar en coalición.
Monarquía Parlamentaria. La burguesía en una evolución de clase derrotó a la formación social existente «el Feudalismo» Si el feudalismo transformó la anterior formación social «la Esclavista» y esta a su vez, había eliminado todo vestigio de la anterior formación social «la Gentilicia» ¿Que sentido tiene que, en las democracias burguesas, se mantengan y se les pongan alfombras rojas a estos máximos representantes de la formación social derrotada? ¿Porqué no República Democrática sencillamente? Pienso que la burguesía, en su revolución, no quería eliminar radicalmente, ni barrer de la faz de la Tierra al feudalismo; sino conservar un punto común a… Read more »
Gracias Antonio por tu aportación. Y, sí, la burguesía siempre ha utilizado al pueblo para hacer sus guerras y guerrillas particulares y públicas, contra el poder que le controlaba; ya sea el feudalismo, las monarquías, los zares y todas esas camarillas que provenían de la divinidad del momento. Pero también era necesaria su presencia en el pueblo, porque éste, sólo era un elemento productivo, que se le mantenía en la ignorancia para que no se levantara contra el «amo». Pero la democracia es una herramienta muy manejable por las élites del poder, que en estos momentos no pertenecen a clases… Read more »