La mitad para ti, la otra mitad la pongo yo y el del voto doble para el que saque el palito más corto. Y después decimos que son independientes, aunque el TDH de la UE nos dé collejas por todos lados. Como sólo son collejas y pasados unos días la gente ni se acuerda. ¡Miel sobre hojuelas!
La viñeta del Jueves.es, no tiene desperdicio. Porque estos trances, sin agua sólo puede pasarse el trago con algo de humor y el Jueves lo clava.
Yo no sé vosotros, pero lo que es yo, digo lo que dice mi amigo Cabranes, que “la leche es desnatada pero nos la están metiendo entera”. Y si no oído al parche.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se modifica siguiendo los criterios de “dependencia establecidos” por los partidos mayoritarios. “Uséase”, los partidos afectos al espíritu del 78, que siempre queda muy bien eso de constitucionalistas. Se reparten los vocales del Consejo y del Poder en un chalaneo propio del Rastro, y “uno dos y tres, lo que usted no quiera para el Rastro es”. A lo que voy, esos vocales son los que después elegirán al presidente del mismo Consejo. La asociación de jueces AJFV, dice sobre el tema que:” son elegidos con criterios de afinidad ideológica o afinidad personal, y que: “Los vocales así designados son quienes eligen a los presidentes. Por eso, no debe extrañarnos la decisión adoptada en el día de ayer”, sobre el tema de la hipotecas, porque arroja dudas razonables sobre su independencia, y ellos saben un montón de in-dependencia.
Pero eso es “democracia”, o algo así. Un tercio de los miembros corresponden a los partidos políticos repartírselos, como si fuesen cromos, o ¿lo són?”. Esto me recuerda aquel tercio familiar del Congreso, de los años 60, en representación familiar que se adjudicaba al partido único del Movimiento.”… 40 años no es nada, que febril la mirada”. ¡Ay! Gardel, si lo tuyo era Volver, lo de aquí se mantiene impertérrito por encima del bien y del mal, atado y reatado. Que el mangoneo de la política socava toda intención de avanzar. Y ni siquiera te dan permiso para que bajes del tren.
Un juez es independiente, dos jueces hacen dúo y tres o más, son multitud. Y una multitud puede ser in-controlada. Y vete al maestro armero y se lo cuentas, porque de aquí, pasarán muy pocas y las que lleguen al TC, otro tanto de lo mismo. Pero ni se os ocurra mirar el pedigrí, o currículo de cada uno, porque la cosa se complica, cuando se ve la interrelación existente entre el poder político, judicial y el Opus Dei, para que dios se la bendiga. No olvidemos el Cristo que hay en la mesa del presidente de Tribunal. ¡Ah! ¿Qué somos un país aconfesional? ¡Anda Ya! Aquí se confiesa hasta el más ateo de la fila. Y el que se mueva no sale en la foto. Una jueza que llegó a los madriles, se sorprendió de la cantidad de apellidos repetidos que había en las instituciones. Ahí queda la nota.
En este escrito, dejo fuera del saco a todos esos jueces y fiscales que tuvieron la honradez suficiente para decir en la calle que estaban hartos de pasar “hambre” de recursos y se manifestaron en mayo de 2018 porque la desidia política los está sepultando detrás de un montón de papeles y expedientes que hace realidad la frase, antigua de Pedro Pacheco, pero vigente: ”La justicia es un cachondeo”. Aunque entre sus filas haya algunos de esos que tras el 1-O montaron en un chat un reguero miserable de catalanofobia y contra el independentismo que daba asco. Espero que sean los menos. Aunque no tienen de que preocuparse ante un Poder judicial que los protege y dice que no investigará el dichoso chat.
Mientras tanto, los apegados a la cúspide se van de puticlubs a Colombia, donde las “conferencias” son muy interesantes, a gastos pagados y con un Villarejo en la mochila para dejar testimonio.
Otros jueces y fiscales se preguntan cómo salir de la crisis de credibilidad en que están enfangados hasta el birrete. Los dos partidos mayoritarios: PSOE-PP se han repartido su cuota de jueces del Consejo GPJ y el Marchena pasa a ser el presi o nada, o rompemos la baraja, «dijo» el PP, y el PSOE se lleva la “mayoría” relativa y de regalo uno o dos para Podemos, que vive sin vivir en mí, con tanto ajetreo entre presupuestos y prisiones. Y “todos contentos”, y pelillos a la mar. Es lo que en medios periodísticos (BRUNET-La Vanguardia) se dice que es una operación de estado de alto nivel, porque los “elegidos” defenderán las instituciones del Estado contra viento y marea, y del independentismo no te digo. Pero, recordemos el caso de las escuchas del ministro Fernández Díaz y De Alfonso, sobre Cataluña: “les hemos destruido la sanidad”, por decir algo, que quedo en el cajón de los “justos”.
Se va Marchena del juicio contra los procesados catalanes a presidente del CGPJ y llega Martínez Arrieta como presidente del tribunal que los juzgará, y sin tenerse en cuenta que ya viene con la mosca detrás de la oreja por el caso del 9N y la condena a Homs, y cuya recusación ha sido rechazada. Esto de encauzar políticos catalanes es de gran rentabilidad “profesional” para la judicatura im-parcial.
Joaquín Urías (exletrado del TC), lo tiene claro, al afirmar que en tanto que el sistema judicial funciona en su nivel ordinario con una calidad técnica alta.” Los altos órganos judiciales toman decisiones que nos están guiadas por la neutralidad ideológica”. También explica que no se cumplen los supuestos para decretar prisión provisional y que este hecho es como un castigo político”.
Así nos va cuando se trata de juzgar decisiones políticas que van en contra del orden constitucional, tradicional, apostólico y romano.