
¿Nos están engañando como chinos?
Faltan respiradores, mascarillas, test, y un largo etc. Que hace que las instituciones locales: desde hospitales hasta ayuntamientos se sientan impotentes ante las alarmas de que “viene el lobo”. Las llamadas se convierten en protestas, y estas en críticas por la inoperancia de la centralidad. Y las críticas van al mar.
No es una “guerra” como los espadones nos quieren hacer creer, es una carrera de obstáculos ante una CRISIS SANITARIA, en que el contagio se extiende sin orden ni concierto, en que la muerte se sube a lomos del contagio superando los límites fronterizos y políticos, para entrar de lleno en el terreno sanitario.
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