Oteando desde mi trinchera
Este es el primer artículo que publico, dando mi opinión “informal” sobre la política, dejando que la ironía se apodere
Una forma diferente de ver la actualidad política y social.
Un balcón para la Historia.
Un Racó per a Catalunya.
Hablar del ministro Borrell es hablar de dos extremos confusos, difusos y controvertidos. O es un ignorante desmemoriado. O es un miserable que se regodea en su propia miseria. O es muy inteligente, como dice Iceta. O es tonto del culo, por decir algo “correctamente” político.
Nombrado ministro de Exteriores en un Gobierno que ha entrado con el pie cambiado, haciendo equilibrios en la cuerda floja del Congreso y cuando el “procés” catalán está más turbio que una riera en día de tormenta, es como poner a la zorra a guardar gallinas. Aunque dicen por ahí, que el hecho de ser ingeniero aeronáutico le ha permitido “sobrevolar” sin turbulencias, en medio de un socialismo empañado por los vaivenes de la corrupción. Que no impidieron que llegara a la peana del Parlamento Europeo, aunque eso no es mérito habiendo visto pasar por otros lares similares a Rato.
¿No había otro para ocupar un puesto tan delicado para blanquear la “Marca España” en el Exterior?
Pero lo curioso del caso, es que al echar a Mpuntorajoy de la pedestal gubernamental y aupar un PSOE con menos fuerza que una gaseosa destapada, con la ayuda de los independentistas PdCAT y ERC, y el Sánchez se lo “agradece” endosando al Borrell en su gabinete, es dar una bofetada a los sin el 155 vigente. Quien mejor lo dice es el filósofo Bernat Dedéu (el Nacional. 06/06/2018): “Tengo que reconocer que admiro por igual la capacidad de los españoles para meársenos en la cara con tanta pericia y la ingenuidad de los míos al esperar que la historia cambie y se adapte a sus intenciones angélicas”…” El independentismo lo ha conseguido nuevamente: cornudos y apaleados”. Alguien lo tenía que decir.
En los mentideros de la villa y corte, se rumorea que el muy “Preparao” VI de los Felipes, le ha metido con calzador, cuando Sánchez no lo quería ni en pintura. Y tiene que ser así, para poderlo entender. Porque su beligerancia contra Cataluña no pierde comba. Ya lo vimos en la campaña del 21D (2017) decir, junto a los representantes del 155 y parte del extranjero, aquello de que “antes de coser las heridas, era necesario desinfectarlas”, en referencia al independentismo, comparando a Junqueras con el mosén de su pueblo, o de la arquitectura física de su cuerpo, y de camino poner a Torra al mismo nivel que Le Pen. Una manera, un tanto rara, de hacer amigos en su pueblo. Y así entra como jefe de la diplomacia española. Porque lo de profeta en su tierra lo dejaremos para otra ocasión.
Entre tú y yo, creo que no has entrado con buen pie. Eso de decir en la Sexta, que Cataluña “está al borde un enfrentamiento civil”, es de pena, de una irresponsabilidad impropia de alguien que quiere dar buena imagen de su gobierno. Es una mentira y lo sabes bien, ya que la única violencia en Cataluña viene del nacionalismo español arraigado en un sistema centralista que es capaz de golpear con saña a ciudadanos que llevan papeletas en las manos. Y también, esos cuarenta abanderados que acompañan las manifestaciones de SCC, alguna de ellas tu participas. Es una barbaridad y sigues el camino de crear relatos, a los que nos tienen acostumbrados en Cataluña, pero pensé que llegarían nuevos aires, y la cosa sigue apestando con el mismo aroma que llevaba el anterior equipo de las cloacas. Como no se abran las ventanas, y en tu caso las puertas, el tufo asfixiará a la “democracia”. Acabas de llegar y ya te han retratado:”Un ministro al borde de un ataque de nervios” o de “un pirómano” del nivel de Rivera, o de Casado. O, en el peor de los casos, estás apuntalando el discurso de C’s y del unionismo radical que quiere instalar la idea de que en Cataluña hay dos comunidades enfrentadas violentamente.
Incluso hay quien te da las gracias por el favor que estás haciendo al independentismo,
Lo del escupitajo en el Congreso es calderilla, respecto a los que él ha ido echando a su paso, a un lado, u a otro desde que hizo su sermón de la montaña en la manifestación ultra de Societat Civil Catalana, junto al “nobel” de la imbecilidad, Vargas Llosa, y banderas con el aguilucho revoloteando sus palabras. Porque llegar con una mochila de Abengoa cargada de corrupción que finalizó con una multa de 30.000 € por la CNMV, y gracias a una “jueza” que echó paladas de “argumentos” fuera, es para empezar a escupirle a él. Sin olvidar que cobraba del consejo de administración de esta empresa, allá por los 200.000 € al año, que se dice pronto. Y que también había algunas cosillas con Hacienda cuando tuvo que dimitir de candidato a las primarias del PSOE.
“Soy borrellista desde el principio…Estoy seguro que lo hará de cine” dijo en su día Iceta (Secretario del PSC) sobre su rol de ministro de Exteriores. ¡Hombre! Por película que no quede, pero las hay de terror, también las hay del Oeste, de indios y blancos, y si en estas películas, no había muertos “reales”, a los períodos históricos de estos filmes, había más de 3 o 4 muertos. Según, quien sabe de ello, alrededor de 5 millones de muertos, por no hablar de los desplazamientos de sus tierras y las reservas.
Y en esas estamos. Que Borrell siga los pasos de Mpuntorajoy y su virreina Soraya, para aumentar el número de independentistas, para mejor proveer a la futura República catalana.
Este es el primer artículo que publico, dando mi opinión “informal” sobre la política, dejando que la ironía se apodere
Es que no hay manera de acabar el año decentemente. CIUDADANOS pasa del color naranja al marrón. Es decir, se
Esta vez le toca a la Libertad de Expresión. Es como la bestia de tiro dando vueltas alrededor de la noria, con los ojos vendados. Los derechos políticos de los ciudadanos están tan vigilados desde las “gradas” inquisitoriales del “Deep State” que, es muy difícil encontrar una fisura para ver la luz de la “democracia” al final del túnel del régimen del 78. Son las migajas de unas leyes que deberían haber pasado a mejor vida, pero siguen jodiendo al persona