Una semana un tanto extraña para Sánchez. Según parece, y a vista de drom, están jugando a la “gallina ciega” con el `presidente del Gobierno. O, puede ser que unas manos misteriosas le están sacudiendo la peana, para que se salga de la foto. Aunque si miramos a Podemos, la cosa se pone chunga.
¿Es problema de la izquierda que no se encuentra o de la derecha que sigue a su guía?
Pero el gran problema, por ahora, lo tiene Sánchez, que anda un tanto rebotado porque las cuentas no salen como quería él, y van por otros derroteros.
Por un lado su PGE2019 se va por el desagüe, mientras acaricia la idea de que el independentismo le de la llave para que su “trona” no se quede vacía.
Por otro, su visita al Parlamento Europeo medio vacío durante parte de su discurso, y una quincena de eurodiputados mostrando carteles pidiendo: liberación de los “presos políticos catalanes y exiliados”. Hablando de la amenaza de la extrema derecha, mientras su “barón” extremeño le metía la puya hasta la cruceta.
En tanto el se desfoga en Estrasburgo, poniendo de aquí y quitando de allá, y proponiendo que Europa refuerce la ·”Garantía Juvenil Europea” y la “Garantía Europea para la Infancia”, que ya puesto, podía haberlo empezado en su casa, antes de salir fuera; los de casa le siegan la hierba a su retorno, para que se vaya caliente a la cama.
PRIMERO. Borrell lanza tras los pasos de Torra a sus agentes inquisitoriales para que hagan un: “Relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”, y así entorpecer las conferencias del President de la Generalitat, y que no “vaya por el mundo denigrando España” sin importar quedar en ridículo por la escasez de idiomas. Es lo que le pasa a los monolingües políticos y “diplomáticos” cuando se meten en huertos ajenos. Es decir, la libertad de expresión para Borrell está dentro de su catecismo.
SEGUNDO. Detenciones sin criterio judicial, sin riesgo de delito inminente y sin riesgo de fuga, por un equipo policial, en Girona, al viejo estilo franquista, y no tan franquista de una patada en la puerta, sin orden judicial, sin identificarse, con coches de camuflaje y a cara cubierta, detiene a 16 personas, entre ellas a dos acaldes y un periodista gráfico, para llevarlos a sus dependencias a “declarar” pero que un juez los deja en libertad. Silencio en la delegada del Gobierno, cambio de tercio de Marlaska, que según malas lenguas se cabreó como un mono, por esta escena del antiguo oeste. Al final vamos a tener que creer que la policía no se fía de Correos. En Europa es otra cosa.
Y TERCERO. Como colofón, el Fernández Vara, “la furia extremeña”, desafía al Jefe y se une al equipo de la derecha, dejando al de la izquierda con el culo al aire para una segunda versión del “A por ellos”. Yo, más bien creo, que es una vuelta al redil del PP de sus amores, donde aprendió a odiar a los catalanes desde la distancia y busca un hueco, por si acaso el trifachito llega a su casa antes de lo esperado, viendo las barbas andaluzas quemadas, pone las suyas en remojo.
Porque aprobar una iniciativa del PP para que el ejecutivo levante el pie y saque el 155 a darle caña a los catalanes, que lo único que quieren es votar por la autodeterminación y que no haya presos políticos, ni en el exilio, es pasarse tres pueblos. Ya no sólo es Andalucía, la mierda fascista se extiende por Extremadura y seguimos en juego.
Aunque lo de aplicar el 155 en Cataluña por los socialistas no debe sorprendernos, que ya lo votaron una vez en el Senado, y que Sánchez desautorice a su “barón” y diga que es anticonstitucional aplicarlo, incluso la portavoz señaló que podría ser “hasta una usurpación del poder autonómico”. ¡Muy fuerte! A buenas horas mangas verdes.
Lo que sorprende de este presidente que subvenciona la promoción de la caza a niños de 10 a 12 años. Es que no pone tanto fervor en resolver los problemas del paro juvenil del 40%, o un riesgo de pobreza del 38,8%, en su comunidad, por señalar dos puntos.
En resumen, no sé las razones de que las cloacas del Estado sigan funcionando, pero entre el Villarejo y la Brigada provincial de información (igualita que la antigua “social” pero en versión 1.2 de la Transición), a Marlaska se lo llevan los demonios. Porque no creo que sea por la detención de 15 inspectores de Hacienda, que trapicheaban con timadores del erario sacando tajada del tinglado. Esa excusa para cortina de humo es de chichinabo. Salvo que se pretenda que los PGE se vayan al garete y Sánchez salga con las orejas coloradas, por no hablar de caída del pedestal.