Andalucía no se escora hacia la ultraderecha. Es una víctima más.
Andalucía es una víctima debilitada por el sistema señorial heredado. Era una tarta demasiado golosa. Tanto, que hasta el fascismo
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No hay nada como unas elecciones generales para comprobar la “lealtad” de los militantes, ya sean de un partido mayoritario, como de uno minoritario. Aunque, la culpa, la buscan en el exterior de sus cortijos, la realidad, es que viven anclados en viejos estereotipos que no les permiten avanzar en el camino de la democracia, a pesar de que sigan voceando que “estamos en una democracia plena”. Yo creo, que, a lo mejor, es que tienen los armarios demasiados llenos de “cadáveres” políticos, que les impiden ver más allá de la punta de la nariz, o simplemente viven hundidos en su propio fango, la cuestión es que no consiguen superar sus límites y quedan encerrados en un redil rodeado por “líneas rojas” marcadas por sus ajustados discursos. Y estas elecciones del 23J, están marcadas por el independentismo, la amnistía, la autodeterminación y el empleo del catalán, vasco y gallego en el Parlamento español y el catalán, en el de la UE. De los demás problemas ciudadanos, aún no se ven señales.
Y en esas estamos, que si la tarara si, o la tarara no, porque los socialistas necesitan del independentismo catalán para mantener el “negocio” y la derecha, está a 4 puestos de conseguir el “laurel” y reformar el mobiliario de La Moncloa. ¡Gensanta! lo que nos espera. Mientras los unos intentan convencer a los catalanes de su “bienintencionada investidura”, los otros están en contra del programa de los primeros y de camino “derribar el sanchismo”, porque de su programa, sólo se ve que juegan a la contra.
No sé por cual empezar. Porque en la parrilla de salida están los dos arañando la pista con los tacos de las zapatillas, llenas de lodo del camino.
Aunque, por méritos propios, tenemos al “gallego” que con la “ayudita” del “Novotado VI”, ha entrado en la pista, con la cabeza gacha y el rabo entre las piernas, esperando que el otro se retire, porque no hay manera de encontrar un voto que caiga del cielo, salvo que cuatro “cuñaos” de la rama del Tamayo, se brinden a poner sus cabezas en el candelero, aunque, también podría ser posible, que el PNV se saque unos aeropuertos, los trenes de cercanías , sobre todo, el control de la caja de la Seguridad Social, del regateo “secreto”. Que estos saben muy bien nadar y guardar la ropa, y llevarse el ascua a su sardina, por mucha ventolera que haya. Pero no lo veremos hasta que se vote, en primera o en segunda votación.
¡Hay que nervios, hasta el viernes 29! Porque como decía Groucho Marx: “Estos son mis principios, Si no le gustan, tengo otros”.
La verdad sea dicha, si es que hay alguna verdad en esto de la política. No me atrevo a hablar de principios, después de leer como un tal Feijóo se enredaba en su propio discurso, superando a su antecesor, con aquello del “vecino que elige al alcalde o viceversa”. Yo lo dejo aquí, tal cual: “Un partido que jamás vende sus principios… no lo haremos, no lo hemos hecho nunca y no lo volveremos a hacer ahora«. En dos palabras, “in-superable”. Porque lo de llamar “plataforma” a un archipiélago, lo dejamos para los memes. Eso en un discurso para la manifestación de la “gaviota” contra la “amnistía”, el pasado domingo 24/09/2023. Como señala Tremending-Público: “ Feijo preside un ‘funeral por España’ en el Barrio de Salamanca”. Y volviendo a Groucho Marx: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar los remedios equivocados”.
Pues sí, es el presidente del PP el que llegará a superar al MpuntoRajoy, y sus idas y vueltas. Es, el que según J. Antich, en El Nacional, dijo: “Estamos ante una investidura a fuego lento de resultado incierto… situación a la que ya estamos acostumbrados, como la de 2015-2016, 2019 y la presente”.
En realidad, no es lo mismo. Esta vez, el mercadillo, o cambalache, de los apoyos minoritarios, se ha visto alterado por la presencia del independentismo, como contrapeso en la balanza de los votos. Un posible “aliado” que ha subido el nivel de negociación, introduciendo elementos de gran calado político, como son: la amnistía de los procesados por el referéndum del 1-O y la autodeterminación, en medio del debate. Y como el meollo de la cuestión se regatea entre los inquilinos temporales de la Moncloa y los exiliados catalanes de Waterloo, a ver quien es el guapo, me refiero a partido, que se deja meter el gol. Porque lo del catalán, el vasco y el gallego en el Congreso ya va viento en popa a toda vela. En la UE, han puesto el freno y la marcha al ralentí, no vaya a ser que se empachen con tantos idiomas, porque el pinganillo será el mismo para todos.
El que ha sentido los dardos infieles en su “delicada” piel, ha sido el PSOE. Porque lo de reconocer la legitimidad por parte del gobierno más progresista de la historia carpetovetónica, del MHP 130, el que está en el exilio, allí donde Napoleón perdió la batalla, es decir Waterloo sale del armario de la guerra y entra en en el de la diplomacia política “democrática”, o algo así. A pesar de las cuestiones pendientes, léase: las euroórdenes, la inmunidad de Puigdemont, lo de la Comisión europea sobre Pegasus, y etc. etc. etc. Que están ahí, pero si miramos hacia otro lado, como si no. Y la derecha española, poniendo palos en las ruedas allí, aquí y en el Barrio Salamanca. Pero, con todo, se frotan las manos, “pensando”, o “creyendo” que todo el monte es orégano y obtendrán los votos de JUNTS, que lo que, al final, quieren, y a ti te encontré en la calle. Y ¡ojito! al dato, que lo de la Mesa del Congreso, fue un ensayo.
El vocabulario. El vocabulario utilizado por el PSOE es como una trampa dialéctica, que lo mires como lo mires, nunca sabes si van o vienen. Un ejemplo de ello lo podemos leer, en las declaraciones de Sánchez, en la inauguración del curso político, en el Ateneo de Madrid, cuando habla de pasar página en política, y ·dejar atrás definitivamente la fractura del 2017”, sobre el 1-O y la aplicación del art. 155 de la CE. Claro que eso de pasar página, lo venimos oyendo desde siempre, cuando añade que la solución debe ser constitucional. Y ¿Quién maneja la Constitución y le da su interpretación?
Tenemos a los “jarrones chinos” de la vieja guardia socialista, con su verborrea a la antigua torpedeando al PSOE. Leguina dice que Sánchez juega con el Constitucional por el tema de la amnistía, cambiando el vocabulario de amnistía por los indultos generales. Mientras se sienta en la bancada pepera dando apoyo a la Ayuso. Sí, ya sabemos que fue expulsado, aunque la realidad dice que sólo está suspendido de militancia, pero vive de las rentas que el sombrajo socialista le dio. De los descamisaos y afines (Felipe, Guerra, Corcuera, Jauregui, García Page, Ibarra, muy callado, Leguina, Redondo, etc.), hay para hacer un serial de ancho espectro. Utilizan lo de la amnistía para dar palos al “mono” que es de goma, o lo parece, hablando de “actos de deslealtad y de atentados a la Constitución”. Alguno de ellos se alinea con la tesis de Feijóo (Isidoro) de gobernar la lista más votada, incluso, pactarían con el PP, para repartirse la “tarta” de poder. ¿Ojo! que están animando al transfuguismo. Allá ellos y sus consecuencias.
Son los mismos que arroparon a los GAL y se olvidaron de la cal viva. Aunque con la desvergüenza de sentirse “honrados” de haber hecho lo que hicieron, en nombre de la “patria”, la suya. Y, ahora, se les ha puesto la piel tan fina que el papel de fumar les produce irritaciones. Pero, sus lenguas de serpiente, no dejan espacio a la duda. Yo ando perdido y no sé si lo de “derribar el sanchismo” viene de dentro o del contrario pepero que ha copiado la consigna.
El debate de investidura de Feijóo, se verá cómo queda, hoy o el viernes.
Andalucía es una víctima debilitada por el sistema señorial heredado. Era una tarta demasiado golosa. Tanto, que hasta el fascismo
Doce meses en los cuales, un mes sí y otro también Cataluña ha sido la piedra de toque de todo aquel que cree que pedir la independencia es un delito y no un derecho, mientras en la mano izquierda levanta la “Carta Magna” como si fueran las Tablas de la Ley y en la derecha una espada justiciera, al grito de ¡Santiago y cierra España! cerrándola y atrancándola para que no salga ningún “rebelde”, pero la democracia europea se queda a la puerta. Y es que a la hora de arañar votos para la “causa” nada mejor que tirar piedras, o sacar un 25 % de la mochila educativa, que para el caso da igual. Una vez conseguida la peana del “poder”, si te vi no me acuerdo.
“Bueeeeeeno, un mangui, golpista, fraticida, gilipollas y ladrón menos de esa familia”. Así define Antonio Baños (CUP) la huida, o ¿no es tal huida? del “emérito”. A mi entender se queda corto en los calificativos expuestos, o en lo políticamente correcto. No le pasa lo mismo al Farreras, que en lugar de hablar del “fugado”, niega que sea “fugitivo”, supongo que, porque no se llama Dr. Richard Kimble, ni tampoco es manco. Lo de manco ya se ve a la legua, que para llenar la bolsa de dinero en tales cantidades, hay que meter las dos manos, y el del ARV aprovecha la ocasión para escupir su veneno contra Puigdemont. ¿Hasta donde puede llegar el servilismo mediático?