Por fin. Ya era hora. La campaña electoral ha dado el pistoletazo de salida, el oficial, aunque yo no me aclaro si empezó el lunes o el martes, o esto lo comienza uno cuando le viene bien. Espero que el juez no se haya dado una perdigonada en un pie, sería un mal comienzo para algo que lleva días animando el escenario político y tapando las vergüenzas ajenas de otros ambientes.

Ya dije en mi artículo anterior que esta se presentaba rara, rara, rara. Y no quiero ser pájaro de mal agüero, pero esta Junta Electoral me da mala espina. Ha rechazado la participación de observadores internacionales para que supervisen el desarrollo del evento el 21D. Y digo yo, si tan “transparentes” dicen que serán los comicios, ¿A qué se debe tanta precaución? ¿Ocultan algo debajo la manga? Si tienen miedo a que las urnas no sean de las buenas, que no se preocupen, creo aún quedan de las del 1-O sin requisar y se les puede prestar. Eso sí, pagando el alquiler, que aunque son chinas, sirven para algún referéndum más. Si al final, las dichosas encuestas serán afinadas en el recuento último, ¡Si hombre! El cibernético, ese que mete los resultados con contratados por horas, y los datos se van a la nube, y cuando vuelven llegan afinados y bendecidos del cielo. Donde esté San Pedro, lo demás sobra.

Mientras tanto, la censura no pierde el turno, esta vez como compañera de camino de TVE, que se ha descolgado vetando un spot de la CUP, que en uso de su derecho como partido político con representación parlamentaria tenía derecho, porque era a favor de los presos políticos, y TVE, transparente como ella sola, lo envía a la Junta Electoral para que diga su penúltima palabra. Pero “son los p____ amos”, y como hacen de justicieros, se han acostumbrado a la presunción de culpabilidad de todos hasta que demostremos lo contrario.

Siguiendo al hilo del comienzo, la noche ha tenido que ser movidita para los jefes de filas. Lo digo porque yo, esta vez, de “motu proprio”, me he prohibido ver la tele durante la noche del guirigay de la pegada de carteles. Esto ya no es como antes, que te ponías el cubo con la brocha en una mano y el camarada con la pancarta en la otra, apoyada en la pared y dale cola y cola, con un frío que pelaba, y el de la escalera no digo como iba. Aquella imagen tan romántica y revolucionara ya no se verá más, o sí, porque aquello era dictadura, y ¿ahora?

Ahora ser revolucionario y republicano es un riesgo, más peligroso que ir en parapente, y si a ello le añades un plus de indepe, te puede caer una sedición o rebelión encima que te deja en el dique seco hasta que pasen los de la limpieza democrática y pongan los puntos y las comas en su sitio, ya será tarde, pero quien tiene la sartén por el mango no atiende a razones, ya las han puesto sobre la mesa cargadas con balas del 155. El peso de la ley, la justicia y el ejecutivo, tres en uno y aprovecha que va de oferta, es más fuerte que un voto, y menos si es disputado.

Un huevo de pascua con sorpresa

Sobre los discursitos de inauguración de temporada ya comentaré algo en otro escrito, que algunos no tienen desperdicio. Pero cuando la campaña acaparaba todo el panorama mediático, ha salido, en medio de la refriega, el Llanero Solitario con una contraorden que ha dejado el tendido en silencio por momentos, despertando, poco a poco, un rumor in crescendo que ha pillado a las tertulias con las manos en los bolsillos y enfrascados en sus personajes teloneros favoritos. Estaban los tertulianos enfrascados en la campaña, que si la Tarara sí, que si la Tarara no, que si la Tarara, niña, que la he visto yo. Que han puesto los ojos como platos al enterarse de la nueva.

Sí señor. Con treinta y tres y un palito, el hombre de la toga negra, ha retirado la euroorden de detención de Puigdemont y los” consellers”, anulando el proceso belga, pero con la espada en alto en la frontera, esperando que alguno de los señalados asome entre las garitas, le van a mirar hasta el tapón de las ruedas del coche. Serán detenidos, como se merecen, y le harán un pase especial de protocolos de las fuerzas de inseguridad para que puedan contar después, a sus nietos con todo lujo de detalles, como eran los grilletes que les pusieron, con las manos a las espaldas y sin cinturón de seguridad, en los furgones de traslado a las mazmorras del supremo hacedor de la villa y corte. Que se creerán, que se irán de rositas.

No quiero hacer broma del asunto, porque es demasiado serio, pero cualquiera que lea el argumento de la retirada de la orden, le puede dar un ataque de risa. Eso que está escrito, sí que no es serio señor juez.

El texto contiene lo siguiente: «los investigados parecen haber mostrado su intención de retornar a España, con la finalidad de tomar posesión y ejercer unos cargos electivos por los comicios se han presentado recientemente».

No puede ser que se crea esto al pie de la letra. Llevamos un mes de pasteleo jurídico. El viernes hizo el papelito de dejar salir a unos, pero con fianza, y dejar encerrados a otros para que se coman los turrones entre rejas. Y ahora viene de poli bueno o de negociador.

Unos dicen que ha actuado “inteligentemente”. ¡Hombre! ¿Qué quieres que te diga? Inteligente, inteligente, no sé qué decir. La Corte belga iba a tumbarla casi totalmente, por no decir que iba a dejarla con el culo al aire. Se perdían los delitos de Sedición y de Rebelión, no reconocidos a lo largo y ancho de esta UE que tanto se “reverencian”, aunque cuando miro al Juncker me hago de cruces y me pregunto ¿Qué ha hecho la UE para merecer esto? Delitos que viven y perviven en la España del siglo XXI, desde tiempo oscuros.

Hubiera sido un puntazo que los exiliados se pudieran pasear tranquilamente y hacer la campaña como gente “normal”, mientras que otros siguen contando las dianas que les quedaban para juicio. Ya que sólo les hubiera quedado el cargo de malversación, y con todo lo que está cayendo sobre este tipo de delito, las salpicaduras podrían cubrir la fachada de la gaviota e incluso, si me aprietan, hasta Ferraz. Muy chunga la cosa. Ha hecho muy requetebién el juez Llanera en recular a tiempo.

Si hasta ahora no se ha enterado, por favor cambie de asesores, que los que están exiliados en Bélgica saben lo que se traen entre manos, que son políticos de los de verdad, y no creo que digan: “Mira que bien, nos dejan volver a casa y nos esperan en la frontera para darnos las bienvenida”.

Así están las cosas en el día de la santa Constitución, con un escogido besamanos parlamentario en la Casa de los Leones, donde los políticos palaciegos se han inclinado ante la peana del 155, único y ejemplar artículo de la CE que brilla por sí sólo, porque el de la vivienda y trabajo son los parias de este catecismo que todo el mundo dice que hay que reformarlo, pero que nadie pide el presupuesto para la obra. Y seguimos para bingo.

PD: Os recuerdo que hay un mogollón de gente que pasan el puente en Bruselas, con un frío que deja el bigote tieso, pero con más moral que el alcoyano, y un color que recuerda a los girasoles de Van Gogh. Supongo que las teles “transparentes y amigas”, pasarán de puntillas por el tema y no sabremos el número de asistentes. Así que no queda más remedio que creer el recuento de asistentes de la policía belga, en las teles abducidas. 

Bendita censura, quien te ha visto y quién te ve.

(continuará)