Amnistía vs. Indulto. Hablar con lengua de serpiente
Tú mucho partido, pero ¿es socialista, es obrero?
¿o es español solamente?
pues tampoco cien por cien, si americano también:
gringo ser muy absorbente.
Hombre blanco hablar con lengua de serpiente.
(Cuervo Ingenuo. Javier Krahe)
Hablar con lengua de serpiente.
Que Cuervo Loco, o Cuervo Ingenuo, tome vida en este escrito, no es baladí. Se supone que fue la primera canción censurada de la incipiente “Transición”, de aquel PSOE lleno de “socialdemocracia”, que gobernaba con “suficiencia” en tanto que la permanencia en la OTAN se la jugaba en un referéndum que le daría la espalda, pero que el “socialismo” de solera, nacido de Suresnes, se abrazaba a la organización del gringo absorbente y enterraban la voluntad de los “ciudadanos” en el limbo político de la ambigüedad.
La UCD nos metió en la OTAN, en 1982 con sólo un 18% de apoyo “ciudadano”, un 52% de “naranjas de la China” y un 30% de No Sabe/No Contesta, deporte nacional que empezaba a tomar cuerpo. Pero la llegada de los “Descamisaos” al poder y un “Isidoro” recién salido de la teta de Willy Brant (SPD), con un “OTAN, de entrada, NO”, en las alforjas, aunque en 1981 defendían que España debería colaborar no ingresando en la OTAN, porque esta legitimaba a algunas dictaduras de nuestro entorno, y en 1984, cambiando de tercio, afirmaba que la OTAN reunía países democráticos. Con tanto cambalache y un mucho de presión mediática y política y, sobre todo, viendo que el dichoso referéndum se les iba de las manos, pusieron en la mesa el “chantaje” del 23F”, junto a la amenaza de que, si salía NO, él, el de la chaqueta de pana, no se presentaría a elecciones. Y aquello sería un caos. La preguntita se las traía:
«¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?»
Todo un arte de la confusión, que se vio retratado por la canción de Javier Krahe, Cuervo Ingenuo.
Antes de la votación, en un concierto de Sabina, Krahe dejó suelto a Cuervo Ingenuo y la Inquisición de RTVE creo su propio auto de fe, quitando la imagen musical para “pasar a publicidad”, impidiendo que los televidentes pudieran estar al “loro” de lo que la letra daba a entender. La argumentación fue, que la canción interfería en la precampaña del referéndum. Es anecdótico que, en 2014, un Pablo Iglesias progresista, se unió a Khahe en un concierto para cantar juntos el Cuervo Ingenuo.
El ”seudosocialismo” difuminaba al socialismo republicano y mostraba su faz verdadera, al quitarse la careta. Ganaron el referéndum, con una participación del 59,42€ , de la cual: a favor un 52,5%, en contra un 39,85% y en blanco un 6,54%. Pero las condiciones encerradas en la letra pequeña del compromiso se quedaron a verlas venir, y: “Peor es “meneallo”, amigo Sancho” dijo Don Quijote. Que las hemerotecas las carga el diablo. Dixit. Y hablando de porcentajes de votos a favor, es curioso que otras veces, el 52% si es mayoría.
Y, de aquellos polvos, estos lodos, revolcándose con la misma ambigüedad “socialista”. Ya no es sólo, las collejas que se lleva el estado español, por parte de la UE, por el aumento de condenas de artistas y activistas, en aplicación de la “ley Mordaza” y la reforma del Código Penal, aprobadas en 2015 por el PP, y mantenidas por el gobierno “progresista-socialista-comunista”, a pesar de las promesas electorales de derogar una y modificar la otra. Sino la persistente actitud negacionista, o haciendo filibusterismo político, contra la petición de Indulto, o bloqueando la propuesta de Ley de Amnistía presentada en el congreso, hace unos días, con ayuda del PP y Vox, extraños compañeros de viaje. Y de la “ley Trans” recién registrada en el Congreso, otro tanto. Es marca de la casa “republinárquica” el ir cambiando de opinión, según le vaya la “fiesta”.
Negar la Amnistía o utilizar el Indulto como moneda de cambio con el independentismo, para mantenerse en el gobierno y hacer pasar sus presupuestos. O, volar en globo, sobre la reforma del delito de sedición del Código Penal, para homologar el estado español con los países europeos, que estamos quedando en las catacumbas. Espero que no hagan como con lo de la reforma laboral.
Y mientras tanto, la Amnistía y el Indulto, se suben al tren de la política y se hacen molestos compañeros de viaje entre Moncloa-KmCero y Catalunya final de trayecto. O, Mesa de Diálogo si, o no, depende de la prisa del contrario, si es que hay contrarios, pero de referéndum nada de nada, que después sale lo que quieres que salga. Y a seguir trampeando, que en eso de jugar con la bolita trilera son unos “artistas”.
“La Amnistía: desbordando la Constitución”.
La presentación en el Congreso de los Diputados, de una Ley de Amnistía, para resolver el conflicto político entre Catalunya y el Estado español, por parte de los cuatro partidos independentistas catalanes (Junts, PDeCAT, ERC y la CUP) ha hecho removerse de sus pedestales a los leones de la puerta. Una ley de Amnistía que afecta a los presos políticos y exiliados y, también, alrededor de 3200 personas relacionadas con movilizaciones y protestas ciudadanas respondiendo a la represión del estado contra el independentismo, convirtiéndose en una auténtica “·causa general que aplica el derecho penal del enemigo”.
Pero, el “Deep State” en forma de lengua espiritual, sobrevolando las cabezas del PSOE, PP y Vox en la Mesa del Parlamento ha frenado la iniciativa, no más asomar al registro, porque los letrados de la casa lo han aseverado, pero cambiando la versión alfa por la beta y han metido de cuña lo de los “indultos generales” que eso despista al personal. O lo que es lo mismo, “a los indepes, ni agua”. Que eso de debatirla en el Hemiciclo puede despertar monstruos y purificar la “democracia” y ya está bien como está. Por cierto, U. Podemos, dice que “lo más grave es que la Mesa del Congreso se quiera erigir en una especie de censor que hace un control previo y usurpa funciones del T. Constitucional”. ¿Es que lo dudan? Ya va siendo hora de dejar de ser pardillos.
Tenemos un ejecutivo que hace visible su obsesión, a través de la portavoz socialista en la Casa de los Leones, Adriana Lastra, que reanuda el ajetreo del carro negacionista, ya puesto en marcha anteriormente por la vicepresidenta Carmen Calvo.
La vocera mayor del reino subraya que “la amnistía que reclaman las fuerzas independentistas catalanas para sus líderes encarcelados:” … No cabe en la Constitución… lo hemos dicho siempre…”. Todo ello siguiendo las “consignas” partidistas, como la vicepresidenta Calvo, una “jurista constitucionalista”, profesora universitaria, y vividora de la cosa pública más de 30 años, dice que: ”La amnistía está absolutamente prohibida en nuestra Constitución”, en un principio no le di importancia, porque hay días que mejor no salir de casa, pero si le añade: ”La amnistía significa algo así como que un poder, el Ejecutivo, es capaz de levantar y anular lo que ha hecho otro poder, que es judicial… La Constitución lo prohíbe expresamente” Eso ya son palabras mayores.
Y es cuando me pongo la gorra de hemerotecario y escudriño por los rincones mediáticos para ver el alcance de tal “perversidad política” de la “lengua de serpiente”.
Porque lo de poner a competir quien tiene más poder, si el Ejecutivo o el Judicial. Sólo puede salir de una mente que vive a la sombra de la autocracia, sea cual sea, y venga de donde venga. Lo digo por la vicepresidenta del gobierno progresista, Carmen Calvo.
Así que incrédulo de mí, me voy a la fuente “democrática”, la CE del 78, esa que tiene más lagunas democráticas que el Guadiana a su paso por Ruidera. Y me llevo la sorpresa de que no habla de amnistía, sino de indultos, a los que veta cuando son generales, y como siempre depende de la “generosidad” o “gracia” del rey, con el visto bueno de Moncloa, como se le llama técnicamente en el argot constitucionalista, (art. 62. I), de un poder dentro de otro poder.
Lo cual me lo confirma Martín Pallín, magistrado emérito del TS, cuando en un artículo publicado el 11/12/2020, en LegalToday (Portal jurídico de Thomson Reuters, por y para profesionales del derecho), donde dice que no lo ve de esa manera, que : “La Constitución no hace mención, pero no prohíbe la amnistía…” incluso llega más lejos en su apreciación y dice que: “ La concesión de una amnistía por una ley nunca podría ser declarada inconstitucional en su totalidad y solamente el Tribunal Constitucional podría anular alguna irregularidad formal en la ley que concede la amnistía, pero nunca podría declarar que la amnistía es una figura contraria a la Constitución”.
A dicha afirmación, se suman tres expertos en derecho constitucional: Joaquín Urías, Javier Pérez Royo y Dolors Feliu Torrents, que denuncian la falsedad de que la Ley de Amnistía rechazada por la Mesa por supuesta inconstitucionalidad. “La decisión de la Mesa es política, no jurídica” (Urías) y que incluso mostraron sentencias del propio Tribunal Constitucional que “decían expresamente que la amnistía no podía ser comparada con el indulto y que no había ningún impedimento en la Constitución para hacerla” (Feliu). Y coincidieron en que “la Amnistía es un acto de Estado, el Indulto es un acto de gobierno”. Y que, “desde el punto de vista jurídico y político, la ley de Amnistía se debería debatir y aprobar” (Pérez Royo). Y los tres insisten en que “la Amnistía propuesta por los grupos independentistas no tiene nada que ver con el Indulto y que se rige por otras normas”.
Blanco y en botella. Pero ya sabemos que las serpientes cambian de piel cuando se le hace pequeña y la dejan por cualquier rincón, sin mostrar sonrojo por mostrar sus vergüenzas íntimas.
Y podríamos entrar en el debate de Amnistía o Indulto. Lo digo porque parece ser que hay un interés, no declarado, sobre aplicar indultos en los casos del procés, No es una bicoca, sino una entelequia de confundir dos figuras judiciales, la una va de ley, y la otra de regalo. La una anula el delito, el otro la pena. Según Javier Álvarez, explica que “indulto y amnistía son medidas diferentes”, en tanto que “la segunda supone el olvido del delito, que ‘desaparece’ para el amnistiado. El indulto solo el perdón de la pena impuesta”.
Visto lo cual, recordemos, hemerotecamente hablando, que el PSOE socialista de antaño, el amamantado en la teta socialdemócrata alemana, no impidió que, en 1977, se le llenara la mochila de valor patrio y aprobaran una ley de amnistía aparentemente democrática, y digo aparentemente, porque el Parlamento que la aprobó no era del régimen anterior, franquista, pero tan cercano que la línea divisoria no estaba bien definida. Pero, sí tuvo un efecto de “punto final” para que los delitos del régimen anterior desaparecieron de la faz jurídica y penal de la incipiente democracia a la “española”, que ha permitido el archivo de todas las denuncias presentadas sobre casos anteriores a 1976. Dejando impune los crímenes franquistas.
Una ley que parecía tener un final feliz para la izquierda, porque se vaciarían las cárceles de presos políticos. Sí, de presos políticos, que eran la mayoría de los presos que había por aquel entonces en las cárceles franquistas. Todos los grupos parlamentarios estaban de acuerdo con ella. Todos no, uno, la Alianza Popular, la de ¡Santiago y cierra España! no lo estaba, y eso que dicha ley blindaba al franquismo, incluso a algunos de los diputados que la aprobaron. 40 años después de su publicación, la norma sigue siendo utilizada como “escudo franquista”, a pesar de que Nicolás Sartorius señaló que su uso para defender la impunidad franquista se trata de “una interpretación arbitraria y sin fundamento”. Pero el “duende perverso” de la derecha estaba escondido en la UCD de la “maravillosa transición” que sin entrar a debate en la comisión, ni aparecer en los borradores, coló una cláusula que ampliaba la amnistía a “los delitos cometidos por funcionarios y agentes de orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas” (arts. 2..e y 2.f).
Es decir, metieron el “punto final” doblado y sin vaselina a una izquierda eufórica de poder liberar a sus presos políticos con una ley y se encontraron la otra cara de la moneda, con un reverso “maldito”, bajo el disfraz democrático que, permitía la impunidad a un Estado fascista y autoritario, que había torturado, asesinado y desaparecido a los que no compartieron su ideología y su manera de pensar. Y que más tarde sirvió a los poderes del Estado, en período de “transición democrática”, para rechazar cualquier petición de justicia por parte de las víctimas. Un Estado que, investido en los diferentes gobiernos, de un color o de otro, son responsables de esta “vergüenza democrática”, de colocar una barrera ante los diversos organismos internacionales en defensa de los Derechos Humanos (cinco, además de Amnistía Internacional).
En el año 2017, se tiene constancia de que al menos 114.000 republicanos siguen desaparecidos en las “cunetas”, por no hablar de que alrededor de que 400.000 presos políticos fueron utilizados en trabajos forzados, y un largo etcétera de datos represivos, que la dichosa ley de Amnistía del 1977, sirve de excusa para que no puedan ser desentrañados.
Quizás la sentencia del Tribunal Supremo, 101/ 2012 de 27 de febrero de 2012, nos dé una medida del horror, de lo que significa la utilización de esta norma, pero la práctica del gobierno español, a rebufo de esta sentencia, es archivar toda denuncia sin investigarla y mirar para otro lado. En ella, declara que “los jueces españoles no deben investigar los crímenes de la Guerra civil y el franquismo”. Recuerdan aquello de “Atado y bien atado” pues eso.
Tanto que el TS, afirmó que: ”el derecho a conocer la verdad no forma parte del proceso penal”. Y si quieres saber la verdad sobre crímenes de derecho internacional, búscate la vida en el extranjero, que aquí te hacen una “peineta” y a silbar a la vía que pasa el tren.
El Indulto: Con él llegó el escándalo
Y el Indulto entró sin avisar. Con él llegó el “escándalo”. Y todo por culpa de un tal Francesc Jufresa, penalista, no independentista, que estaba hasta lo que no suena de las deficiencias del Procés, desde que empezó Llarena y culminó la jugada un tal Marchena. Y, entre col y col, una eurorden de extradición contra los exiliados, amenizada por la “peineta” de los jueces de Alemania y Bélgica, o Escocia.
Aunque, en el “sotobosque político”, esta entrada ha sido un respiro para el gobierno, que tiene la Amnistía tan atragantada, que ni con agua le pasa. Y le ha venido bien, porque piensa que el independentismo se puede conformar con esta figura de Indulto, que tiene menos debate que la Amnistía. Y, además, puede controlar los tiempos del juego trilero. Y de camino darle una pátina de brillantina a la imagen “monárquica” que está perdiendo fuelle, y eso de un acto de “gracia” sería un puntazo.
No obstante, alguno de los presos rechaza el indulto y reclama la amnistía. Pero el hecho de que los togados y el ejecutivo progresista, no puedan controlar los tiempos sin entrar en prevaricación, les pone al “filo del nervio”, porque, aun siendo una medida de “gracia”, que firma el “NipíoVI”, como su graciosa majestad, y un traspiés les puede embarrar la “gracia” y dejarle el careto a la virulé. Y están trampeando, al mejor estilo de “lengua de serpiente”, entre rebajar las penas para el delito de sedición antes de cumplimentar los indultos, o utilizar lo de la “Mesa de Negociación, o de Diálogo que es más fino” como parapeto y dejar que el tiempo pase, y, además, a ERC le atrae el cebo más que un gusano a un pez.
La aparente presión de Podemos, defendiendo el Indulto y que Asens, presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, está porque el indulto y la reforma de la sedición vayan en paralelo, para garantizar la libertad de los presos. “Presos políticos”, Jaume Asens. El día que lo digas te liberarás de un gran peso, que tú si sabes que lo son, y no seas tan optimista con los colegas de gobierno, que cuando menos lo esperes te la meterán doblada y sin vaselina.
Entre tanto, Iceta, cuando era primer secretario del PSC, en septiembre de 2020, ante las cámaras de TVE, dijo que: ”El Gobierno no puede dejar de tramitar el indulto…porque si no, estaría “prevaricando” y sería un “escándalo bloquear una tramitación” lo cual no indica que se conceda, o no. Sólo que se habría el proceso. Y más recientemente, siendo ministro, vuelve a nombrar a los presos independentistas y el empacho mental le hace “derrapar” sin frenos al comparar el indulto a los presos, con la legalización del PCE por parte de Suárez, relacionando al coste político que cada uno de estos actos puede conllevar al ejecutivo. Por lo pronto, muestra interés en no plantearlo como un intercambio de los presupuestos del Estado. Aunque reconoce que no ayuda al “diálogo” el hecho de estar encarcelados. Que cree que “hicieron mucho daño”. Sin embargo, no le parece bien que los fiscales entren a valorar políticamente sobre los indultos. Tomemos nota, que el cambio de parecer no tardará en llegar. ¡Cosas del hombre blanco! Por Manitú.
El otro, que tal lo baila, un tal “Blábalos” (ministro de Transportes y otras cosas), confirmó lo dicho por Iceta y defendió “los gestos para normalizar las relaciones de Catalunya con el resto del Estado”. “Todo lo que sean medidas que normalicen la vida política son todas bienvenidas”. Y de camino habló de la reforma del Código Civil para rebajar las penas de sedición. Es decir, “adecuar ese castigo al resto de países europeos”. O es tonto, o se entrena para concursar, o la perversidad le llena el bolsillo ¿Cuántas euroórdenes se necesitan para entender lo más simple de los derechos humanos en Europa? Porque hasta ahora van a golpe de sentencia de “otros países europeos”. Más burros no pueden ser. O son tan prepotentes que se pasan a la UE por el arco del poder. Habrá que estar al “loro”, con las reacciones de los otros “descamisaos”. Los que habitan en los feudos de barones del seudosocialismo profundo, como: Fernández Vara, García-Page, Susana Díaz, Lambán, y otros, u otras, que haberlas, haylas.
Aunque el tema del indulto tiene que ser muy impertinente para el “unionismo”, ya que el PP no ha tardado en amenazar que si hay indultos no hay renovación del poder judicial, más caducado que la cartilla de la mili. Y seguimos creyendo que hay democracia por estribor. ¡Anda ya, gaviota y vete por sotavento!
Si negar la mayor hace más verídica la argumentación, pues vale “Passeu-ho be i moltes gràcies” díría La Trinca.
En la otra cara del ”Deep State”, no podían quedar atrás, las togas y la puñetas. Esas que, a la sombra del espíritu del 78, y algo más atrás, se encabritan, cuando del independentismo se trata, y reclaman los famosos autos de fe de la Inquisición para combatir al “maligno”.
Y parte de este “equipo”, los fiscales, inmediatamente han saltado de la silla, levantando las “puñetas” como si se les metiera un avispero debajo la toga. Y es que son los mismos que se encargaron de la instrucción y del juicio, como si no hubiera otros con un perfil más imparcial y menos partidista. J. Antich (El Nacional cat) señala que la fiscalía del TS “rezuma un cierto aire de ajuste de cuentas”, y él sabe más que yo de los entresijos judiciales. Algo así, como que la “venganza” se viste de toga. La expresión más afín sería “catalanofobia”, pero no quería ser tan incorrecto políticamente. Mostraron una actitud belicista y vengativa.
Así que la Fiscalía, no ha dudado en emitir un informe contra la concesión de indultos a los políticos catalanes. Los han rechazado por falta de “arrepentimiento de los condenados” Y ¡Vuelta la burra al trigo! Con tanta insistencia sobre el arrepentimiento. Le cuesta entender que lo del arrepentimiento ideológico no está “reglamentado” en lo que llama democracia, que forma parte esencial del derecho político de cualquier ciudadano. (esto del arrepentimiento ideológico habría que ponerlo a debate público si ello es contrario a los Derechos Humanos porque, si no, están prevaricando en do mayor) y, no te lo pierdas, aprovecharon para advertir a Sánchez de que no puede usar la medida de “gracia” por conveniencia política. Que yo sepa, todos los indultos llevan un componente político, difícil de separar. Pero en esto de medir cada uno lleva su vara.
También se pasaron tres pueblos al aludir el delito de rebelión por el que acusaron a los independentistas, pero que el Tribunal, finalmente, rebajó a sedición. Y es que jode un motón que las fobias se les vuelvan huéspedes.
En realidad, no todos los indultos tienen cariz político, o sí, depende de la forma de mirarlos. Por ejemplo, la noticia del 24/03/2021, dice que el ejecutivo aplica el indulto de “Semana Santa” a personas condenadas por delitos menores, como: drogas, “chocolate”, cocaína y robo, a petición de cofradías religiosas de Málaga, Jaén y de Granada, un privilegio de la época de Carlos III, en 1759. Lo que demuestra que el “republicano-monárquico” “Farsánchez” sigue bajo palio, aunque el Estado sea aconfesional según la CE del 78, pero las prebendas de la Iglesia son “sagradas”, a pesar de llenárseles, constantemente, la boca de “democracia plena”, en el siglo XXI. Por la distensión con la Iglesia católica, lo que haga falta, y lo que no, también.
Y como esto del indulto va de una esquina a otra del “corral”, pidiendo informes a unos y a otros, haciendo parada y fonda, para enfriar el calentón de la Moncloa, decidida, o no, en el tema de los indultos, la abogacía del Estado, algo así como el “fantasma de la ópera”, que aparece cuando menos los esperas, dice que ni blanco, ni negro, que eso de mojarse el culo no va con ellos que las ranas son de otro y a ti te encontré en la calle. Es decir, que, además, de sentirse “parte ofendida” (¡Manda carallo!) por el perjuicio económico causado por el 1-O a la Administración del Estado, escurre el bulto y sólo se dedica a airear lo de la malversación de caudales públicos, valorado en 4,1 M€, que ya se han resarcido, no como lo de la caja B del PP, o de las comisiones del AVE, que hay millones para alimentar una cueva de Ali-Babá entera, con la caballería y los “cuñaos”, perdidos por el inmenso arenal del desierto de la corrupción.
Así que, entre el Cvid19 y todas sus variantes, ola va y ola viene, la vacunación, se acelera y se frena y, a veces patina, sobre todo con la AstraZeneca y “la madre que la parió”, que unos países dicen que no la ponen a menores de 55, otros a menores de 65, y por aquí para “no ser menos “, como había algunos excedentes por lo de la duda de edad, pues nada, para el “primero que llame”. Hasta Iceta se ha vacunado, dentro del “protocolo”, dicen, para los de entre 60 y 65, a pesar de que dijeron que los ministros se vacunarían cuando les llegara su turno, pero en Cataluña ha sido para el primero que ha llamado al CAP de Salut. Y yo que voy por los 71 ya me llamarán. “Quién no llora, no mama”. Y ¡Ojo! La mascarilla obligatoria en todos los sitios, hasta en la playa. Y hasta que se acabe la pandemia, o más.
Otras minucias para retener los indultos han sido: la moción de Murcia, las elecciones en Cataluña con su vaivén, entre independentismo que vota y no vota a Pere Aragonés (ERC), las elecciones en Madrid, y lo que te rondaré morena, tendremos tema de Indultos para rato. Que después se enredará con lo de la mesa de negociación, la reforma del delito de Sedición y nos montamos, otra vez en los presupuestos, y los presos políticos seguirán bajo la fobia del TS, que se ve venir.