Los jarrones chinos entran en campaña.
Al Pedro, del no es no, le siguen creciendo los enanos, en un circo bastante zarandeado por los propios y
Una forma diferente de ver la actualidad política y social.
Un balcón para la Historia.
Un Racó per a Catalunya.
Después de ver “La Casa de los Leones”, mal llamada el Congreso, o Parlamento, en su primer día de clase, no quiero imaginarme lo que pueda pasar durante el curso. Un curso de 4 años que se va a hacer más largo que un “día sin pan”. Por la Carrera de S. Jerónimo ya no se pasea el glamour de otros tiempos y los leones tapan sus vergüenzas, si las tuvieran, para dejar paso a la más rancia representación de un pueblo que no se merece tales gestores.
La comparación con el Corral de la Pacheca se debe al barullo y desvergüenza de una gran parte de políticos, y por el retraso en el tiempo, parecía haber vuelto al siglo XVI en aquellos corrales de jolgorio y puterío que se estilaba por la villa y corte de aquel tiempo. Los escaños se parecían a gradas y los caballeros habían dejado el caballo en la puerta y entraron con las bridas en los morros y las albardas en las espaldas. Y parafraseando a Groucho Marx, “Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien”, aunque a alguno se le vea venir por las miradas de odio que rebozan sus pupilas.
No fue bastante el espectáculo que dieron durante la jura, promesa o lo que sea por imperativo legal, que siempre es más noble que sus rebuznos y pateos, y que antes de retirar las toallas playeras de las primeras filas, desempolven el “A por ellos” institucional, jugando al pin pon con la libertad y dignidad de los presos políticos, que aun no han sido sentenciados, que tienen todos sus derechos políticos vigentes, todos, no una parte, intentando, no sólo humillarlos a ellos, sino también al millón y medio de ciudadanos que los han votado, en unas elecciones, digamos “libres” bajo control. Y le llamamos “democracia” y no lo es. Y tiene que ser así, porque el mismo Errejón, a la puerta del Congreso reconoce que eso de la suspensión y recorte de derechos de los diputados le “pilla muy lejos” (sic), y los leones se miran y se sonríen,
La jugada es tan burda, que no resistiría la repetición en el VAR, si estuviera en medio del campo de juego. Marchena, con un desprecio total por la soberanía popular depositada en el Parlamento, lanza la pelota de la suspensión, desde la portería de su Sala, en un tiro sucio sin esperar a preparar el terreno por medio de un suplicatorio, necesario para que el Parlamento entre en juego. Pero la Mesa del Parlamento, una mesa hecha a la medida del 155, sin respetar la representación proporcional del Hemiciclo, con los dos representantes de Podemos como convidados de piedra, pasando por encima del propio reglamento del Congreso, obvia el simple trámite del suplicatorio jurídico y se convierte en el brazo tonto del Supremo y pasa de la política situándose en el terreno jurídico, y lo de la separación de poderes, ¿para cuándo?
Así que el Marchena se va para la barranquilla, se va el caimán, se va el caimán…, eludiendo su responsabilidad jurídica, haciendo de intruso en el poder legislativo. Y la Mesa, ¿Qué mesa mi cuate? Pues la Mesa, en lugar de dejar el tema para la Comisión del Estatuto de los Diputados, la que tiene que dictaminar, se come el marrón y envía la pelota a los vestuarios de los letrados que pasaban por allí, y cuyo informe es orientativo, devolviendo el paquete a la Mesa de los trileros en forma de las Tablas de la Ley para que lo “lleven a cabo” políticamente. Y como la política sigue en vía de desarrollo, decide suspender a los presos políticos de sus derechos como representantes de los ciudadanos. Todo un lío de politiqueo retorciendo los derechos políticos de los votados y elegidos, y de sus votantes.
Ya que no pensamos que todo este jaleo sea causado por el “susto” que da la presión de una derecha escorada al rebuzno y al pataleo. ¡Que va!, eso ni pensarlo, o sí.
Y en esas están, poniendo la cortina de humo de un artículo, que se modificó por un asunto de terrorismo, pero aprovechando que el Pisuerga pasa cerca, le dan un retoque, y lo maquillan, para un caso de prisión preventiva por un “presunto delito de rebelión” sin armas largas ni explosivos. Aunque si lo de lo de armas de destrucción masiva coló en su día, no vamos a andarnos con chiquitas, después de un juicio de pandereta. Lo mejor es enviar la patata caliente al Congreso, sin suplicatorio, porque es “inviable emitir informe… bla, bla, bla…”.
Y mientras, en los mentideros de la villa y corte, la sabiduría popular rumorea que: “Si la mesa del Congreso suspende a unos diputados que no están condenados, ni sentenciados, con la rebelión por los suelos del Supremo, y la presunción de inocencia a sus espaldas. ¿Qué debería hacer con toda una bancada de ellos perteneciente a un partido condenado por corrupción y por financiarse ilegalmente, y otro por enaltecer el franquismo? Dixit.
Y siguiendo con Groucho: “Estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros”. Porque, a pesar de que la letra pequeña del Reglamento, dice que:” los parlamentarios quedarán suspendidos en sus derechos y deberes una vez concedida por la Cámara respectiva la autorización objeto de un suplicatorio”. En otras palabras, si no hay suplicatorio no hay suspensión.
Por otro lado, no cuela bien eso de que Sánchez quiere gobernar en solitario, porque los números no cuadran, o sí. Porque, sin ser mal pensado, que lo soy, en el supuesto de quedar cuatro diputados suspendidos, el listón de la mayoría bajaría, o no, y ahí es donde entran los deseos del PSOE de que la investidura de Sánchez sea una realidad sin el voto de los partidos independentista. Es un caramelo demasiado atractivo como para dejarlo pasar sin chuparlo.
Y a continuación Raül Romeva en el Senado. Otro senador, con todos los derechos políticos en uso, pero pendiente que la espada de Damocles senatorial lo deje en el dique seco, porque así es la puñetera “normalidad” política de estos tiempos. Aunque estando Hernando (PP) dando coces en la Cámara alta, no sé si es mejor pedir que cierren la cuadra por reformas hasta que la desinfecten, por derrame tóxico del fascismo-franquismo. Aquí, también, pilla lejos la democracia. Pero que muy lejos. ¿Y de la República qué? ¡Mande!
Al Pedro, del no es no, le siguen creciendo los enanos, en un circo bastante zarandeado por los propios y
Para Georges Duby: “El año Mil es sin duda, otra vez, el tiempo de los monjes. Todos los historiadores citados se formaron en monasterios”.
¡Vaya semanita! Diría el programa humorístico de ETB 2, aunque la cosa no ha ido de chirigota, a pesar de la “gracia” de los “indultos”, siguiendo la estela de la ley de 1870, para proteger a las “víctimas” de los dislates de la monarquía absoluta. Una ley desarrollada por el Ministerio de Gracia y Justicia. Supongo, que por eso en la CE del 78, art. 62, dice que “corresponde al rey ejercer el derecho de gracia…”. Y en esas seguimos, las leyes del siglo XIX, ordenando en el siglo XXI. Y queremos ser “modernos” y con una “democracia plena”. ¡Europa frena un poco que nos quedamos rezagados!